“Increíbles sensaciones. Han sido las fiestas de la vuelta a la vida. Ocho días increíbles, como nunca habíamos soñado”. Con estas palabras, el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, ha dado por concluidas las fiestas patronales en honor a Santa Ana. Desde la Casa del Reloj, justo después de dar él mismo el Pobre de mí, ha querido dar las gracias “a los que han hecho posible que las fiestas sean las mejores fiestas, con diferencia, de nuestra tierra”. Así, no ha querido olvidarse de nadie, desde las peñas a la Policía, pasando por la comparsa de gigantes, gaiteros, joteros…

Lo cierto es que su presencia desde el balcón no ha pasado desapercibida, ya que desde hacía varios años era el Tudelano Popular, nombrado por la peña Ciudad Deportiva, el que se encargaba de pronunciar el discurso final. En este caso, le hubiera correspondido a Luis Salcedo Zabalza, más conocido como Pichurri, el patriarca del restaurante Remigio. En su lugar, el alcalde ha concluido con un ronco “gracias por hacer las mejores fiestas de la mejor ciudad del mundo”. Al ser preguntado, Toquero ha afirmado desconocer por qué Pichurri no había ido, aunque ha reconocido no haberle invitado. “La verdad es que no ha subido. No sé por qué. Y he tomado yo la decisión de decir cuatro palabras. No veo ningún inconveniente”, ha aseverado. 

Del cohete, que también ha suscitado malestar entre las trabajadoras de las residencias por elegir a los directivos y no a ellas para tirarlo, Toquero ha querido destacar que “fue el cohete más multitudinario que se recuerda”, a la vez que aseguraba que “hemos triplicado la población, con todo lo que ello conlleva a nivel de retorno económico y turístico para la ciudad”. En este sentido, ha defendido que la ampliación de un día más, como decisión excepcional para ayudar a la hostelería, ha sido “un acierto que había superado las expectativas”. Además del chupinazo, desde el Ayuntamiento han destacado la fiesta de Dj’s del parque Padre Baztán que, según los datos que manejan, congregó a más de 7.000 personas; y la procesión de Santa Ana.

A nivel de incidencias, no ha habido nada destacable. “Lo típico de unas fiestas y con tanta población, pero nada importante”, ha afirmado el alcalde, a quien sí le hubiera gustado cambiar “el calor, que causó algunas lipotimias, y algunos incidentes de robos”. En relación a la ordenanza de ruido y las quejas de los vecinos, este año no han llegado a la veintena. La nueva ordenanza de ruido se encuentra en el periodo de alegaciones, por lo que este año todavía se ha aplicado la anterior, comprobándose únicamente que se respetaban los horarios límites. “Todo el mundo sabe que la zona centro tiene mucha música y mucho ambiente y los vecinos creo que lo han entendido. Lo que hemos cumplido a rajatabla es el horario de los bares”, ha confesado el primer edil.

Por su parte, este año ha sido el último en el que se han colocado las ferias junto al río Ebro, zona inundable en donde comenzarán en septiembre las obras del corredor verde, que se prevé que duren dos años. Así, desde el Consistorio han afirmado estar buscando “emplazamientos cerca de la ciudad”. El cambio que sí se ha producido este año ha sido el de los puestos que estaban en el paseo Pamplona y que este año se han movido al paseo del Queiles. Una decisión que ha motivado las quejas de los vendedores, que han afirmado que por allí “no pasa nadie”. “Lo estudiaremos”, ha prometido el alcalde.

Por último, sobre la ausencia de Chivite en la procesión de Santa Ana, Toquero ha criticado que la presidenta “no tuvo a bien acompañarnos”, y ha afirmado que “me da pena que no acompañara a los tudelanos en el día grande. No estuvo a la altura de la segunda ciudad de Navarra”.