Habrá pocos pueblos en Navarra que precisaran de un chute de alegría como el que necesitaba Obanos. Desgraciadamente, la pequeña localidad pertenece a ese fatídico grupo de villas forales que han padecido las consecuencias de la pandemia del coronavirus y las llamas de los voraces incendios de junio, que cercaron Obanos y calcinaron las colinas de los alrededores. Demasiada carga para los 928 vecinos, que, tras dos tediosos años, se habían ganado a pulso volver a reír, vibrar, saltar de alegría y recuperar las sonrisas perdidas.

“Quiero agradecer la labor de todas aquellas personas que se dejaron la piel por sofocar el incendio que asoló nuestra villa. En especial a los agricultores, tractoristas y a todos los jóvenes que en los momentos más difíciles estuvieron a la altura de lo que necesitaba este pueblo”, afirmó emocionado y con la voz entrecortada Ángel Mari Lana Guembe, vecino de Obanos de 79 años, que lanzó el chupinazo en representación del Club Deportivo Infanzones, equipo de fútbol de la localidad que este 2022 celebra su 50 aniversario. 

Ángel Mari fue uno de los fundadores del club allá por 1972. “Yo jugaba en el Artajonés, estaba muy a gusto, pero quería formar un equipo de fútbol en mi pueblo. Así que un verano, deprisa y corriendo, nos reunimos los más íntimos amigos y lo fundamos”, recuerda Ángel Mari, que jugó cuatro años en el Infanzones como defensa central y mediocentro. “A los 34 años me rompí los ligamentos y ya no podía más”, rememora. Ángel Mari se despidió de los terrenos de juego, pero no del club de sus amores ya que fue presidente y en la actualidad sigue siendo directivo de este equipo de Autonómica. 

Ángel Mari estuvo acompañado por muchos miembros del Infanzones, entre ellos José Mari Puy. “Empecé con 15 años y jugué hasta los 21, cuando me tocó ir a la mili. Era un portero de los buenos, pero cuando volví me lesioné del menisco y los ligamentos y ya se me acabó mi carrera futbolística”, recuerda José Mari, que fue jugador, directivo, presidente y ahora fiel aficionado del club. “En los pueblos pequeños es lo que sucede, se pasa por todos los puestos. No es fácil lo que hemos conseguido. Para seguir vivo necesitas trabajar mucho y tener la suerte de coger una buena hornada de chavales que te permita formar un buen equipo en regional. Hay que cuidarlo mucho, con mucho mimo, como a un hijo”, compara José Mari. 

Tras el chupinazo, se lanzaron balones, caramelos, sugus, gorras, globos, abanicos, pañuelos y bolsas desde el balcón consistorial. Acto seguido, sonó el himno del Infanzones, los gigantes Guillen y Felicia –protagonistas de la representación teatral el Misterio de Obanos– bailaron unos valses y la txaranga Berriak interpretó Animo Pues mientras el pueblo empezó a gritar al unísono “si no tienes un duro no te hace caso nadie...”. Los peregrinos, asombrados por la fiesta, también se unieron a la kalejira e inmortalizaron el momento con sus teléfonos móviles.

imposición de pañuelos Media hora antes del chupinazo, se impuso el pañuelico rojo a Einar Arrastia, Elaia López y Ada Plano –nacidas en Obanos en 2021–; a Lucía Sánchez y Elena Cambra –ilustradoras de la portada y contraportada del programa de fiestas– y a destacados miembros del Infanzones: Ángel Mari Lana, al entrenador Francisco Rojas, Catalina Arechita y el presidente Sergio Ruiz.