La alarma y la preocupación por el estado de la Laguna Dos Reinos de Figarol no es algo reciente, ya que la ciudadanía lleva años alertando de su sequía dada su condición de Zona de Especial Conservación.

La laguna artificial cuenta con 31 hectáreas de las que 12 corresponden a la balsa, que tiene 1,60 metros en su parte más profunda. Además, es Zona Especial de Protección de Aves y pertenece a la red Natura 2000. La balsa artificial fue construida a finales de los 50 por el Ministerio de Agricultura con motivo de las obras del Canal de Bardenas y fue cedida con posterioridad al Gobierno, que desde entonces mantiene un uso natural-recreativo.

Los vecinos explican que el año pasado por estas fechas la laguna estaba muy parecida y, “al ver las malas condiciones en la que vivían los animales en la laguna”, decidieron actuar. La Comunidad de Regantes, el Ayuntamiento de Carcastillo, la Asociación Laguna Dos Reinos y el Gobierno de Navarra se reunieron para abordar la sequía. Tal y como cuentan, se decidió que la Comunidad de Regantes presentase un convenio al Gobierno de Navarra donde se llegaría a un acuerdo de precio y condiciones para llenar la laguna. “Desde la Comunidad de Regantes realizaron y enviaron un borrador pero llevan 10 meses esperando una respuesta o cualquier tipo de contacto”, denuncia el grupo. “Somos conscientes de que estamos en un momento de sequía pero queremos que los peces no mueran y que se firme un convenio para que esto no vuelva a pasar. Queremos que el Gobierno sea un usuario de la Comunidad de Regantes y que pagué una cuota para que cuando haya agua se llene y durante todo el año entren los litros necesarios para que no solo las aves, sino los peces vivan como antes”, añaden.

El humedal cuenta también con la protección de la Asociación Laguna Dos Reinos, que tiene el objetivo de conservar y dar a conocer este paraje. Respecto a esta problemática, la asociación espera reunirse con el departamento para saber qué ha ocurrido. “Queremos saber si está así por el tiempo que hemos tenido o porque en un momento determinado podríamos haber hecho algo más”, apuntan. “El problema actual de la laguna, es una situación más de paisajismo, de ver algo diferente a los que hemos visto siempre, y genera dudas entre los vecinos, sobre la salud del espacio natural” añaden. Aunque sí aseguran que es necesario un cierto nivel de hidrología como elemento clave para mantener todas las especies de fauna que habitan en el humedal, así como la flora acuática de la laguna.