La gimnasta sartagudesa Iraia Pascual se baña en oro

Solo tiene 9 años y ya sabe lo que es subirse a lo más alto del podio en un campeonato de España, algo que ha conseguido con muchas horas de entrenamiento, sacrificio y esfuerzo. “Todo esto merece la pena”, explica Iraia Pascual, sartagudesa del Club Gimnasia Rítmica Calahorra que en la cita nacional celebrada en abril en el Navarra Arena ganó en categoría alevín gracias a su ejercicio de mazas.

Sus entrenadoras, la lodosana Leyre Colás, y las calagurritanas Marta Moreno y Natalia Martínez, se mostraban eufóricas. De acuerdo con Leyre, “lo cierto es que no esperábamos un resultado tan bueno porque apenas habíamos tenido tiempo para preparar la competición. Cuando vi que se colocaba la 1ª a 1,5 puntos de la segunda, que eso en gimnasia rítmica es un mundo, me emocioné muchísimo”.

De acuerdo con Colás, “Iraia transmite mucha seguridad, y tiene una gran expresión facial y corporal. Además, tiene mucha potencia de salto. Es muy trabajadora y sale a competir muy tranquila”.

Iraia iba a debutar en un nacional el 14 de marzo de 2020 pero la pandemia lo retrasó hasta abril de 2022, que es cuando compitió con un ejercicio de manos libres que le dio el puesto 27ª. El ascenso de esta txiki ha sido meteórico y es que ese mismo año, pero en diciembre y con pelota, quedó 10ª en la Copa, y ahora se ha hecho con ese preciado oro.

Con su maillot de colores alegres y vivos, su moño terso y su maquillaje cuidadosamente elegido, salió al tapiz. “Aunque cada vez salgo más tranquila, estaba un poco nerviosa. Cuando acabé sabía que lo había hecho bien pero cuando vi el resultado, grité y miré a Leyre, que se puso a llorar. No pensaba ganar, para nada, con quedar entre las 10 o 20 primeras me daba por satisfecha”. De hecho, desvela, “salí la 43ª y estábamos 120 gimnastas por lo que tuve que esperar mucho rato. Vi competir a unas 30 más pero como me iba poniendo más y más nerviosa me marché”.

En la salida al podio, con la mascota de la competición y un pañuelo rojo anudado al cuello, “me gritaron mucho mis compañeras de equipo y mi familia e hice un pequeño baile”. Ahí la acompañaron la segunda clasificada, Lucía Álvarez, de la Comunidad Valenciana, y Judit Riera, de Cataluña.

La noticia corrió como la pólvora por Sartaguda y, además de las felicitaciones por parte de vecinos, amigos y del propio Ayuntamiento, “en el colegio me hicieron un pasillo y me aplaudieron; pasé mucha vergüenza pero también me hizo muchísima ilusión”.

Paso al frente

Iraia, cuenta con una sonrisa de oreja a oreja, empezó a hacer gimnasia rítmica porque ya lo hacía su hermana Carla que, de hecho, sigue en activo y compitió recientemente en Santander. “Al principio no quería ir, prefería estar en casa, pero poco a poco me fue gustando más”. Su madre, Lorena Benito, cuenta que “era la más pequeña y, para cuadrar horarios con su hermana, empezó a entrenar con las mayores, así que al tiempo iba encantada”.

Con la pelota, recuerda, “empecé fatal, sobre todo con los riesgos (lanzar y girar antes de recepcionar). Las mazas se me dieron mejor”.

Las chicas, cuenta Leyre, entrenan 4 días a la semana 3 horas (calentamiento, técnica corporal, técnica del aparato y preparación del ejercicio) y además los fines de semana compiten en torneos nacionales. “Somos un club pequeño y, con pocos medios, sacamos muy buenos resultados”.

Al subir al podio en este campeonato, Iraia ya no puede competir más en base sino que pasa a nacional y tendrá que preparar tres ejercicios: manos libres y dos aparatos (aro y pelota). “Estoy segura de que lo va a sacar. Eso sí, tendrá que entrenar más”, insiste Leyre. En principio competirá en 2024 y lo hará siendo alevín de 2º.

Retos ilusionantes

Ahora, y sin apenas descanso, esta gimnasta ya piensa en los siguientes retos como, por ejemplo, una concentración a la que acudirá en Benicarló. Además, y con referentes como las hermanas Dina y Arina Averina y Halina Arnasko, la joven sartagudesa sueña con seguir muchos más años disfrutando de este deporte sin dejar de lado los estudios. Eso sí, en petit comité asegura que le encantaría poder competir alguna vez en conjunto.

Para terminar, tanto Iraia como su hermana concluyen que “la gimnasia rítmica es un deporte sacrificado pero a nosotras nos aporta disciplina para otras cosas como los estudios y nos ayuda a centrarnos. Es verdad que podemos salir menos, nos perdemos cumpleaños y otros actos, pero te acostumbras, siempre ha sido así”.