Las fiestas de la juventud de Estella-Lizarra comenzaron ayer con un desbordante programa de música y actividades y donde la participación de los más jóvenes caracterizó la mayor parte de los actos programados para el día.

Para empezar con el ya tradicional chupinazo a pie de calle en la plaza de la Coronación que dispararon los representantes de la Quinta del 94. Allí sostuvieron el cohete David Fernández, Eva Casanova, Judit Moreno, Elena Rada, Juan Blas y David Manzano. Una quinta que prendió la mecha y que cedió también el testigo a los representantes nacidos en 1995 que serán los que encargados de organizar las fiestas en 2024.

La comida del espacio de Lizarra contó con 260 personas.

La comida del espacio de Lizarra contó con 260 personas. Javier Arizaleta

Entre los asistentes en estas primeras horas, se encontraban 11 concejales de Donibane Garazi que participaron en un acto en el consistorio estellés. “El objetivo del Ayuntamiento es el de ampliar el hermanamiento”, aseguró el alcalde Koldo Leoz, para quien “ya está habiendo intercambios entre los institutos, escuelas de danzas y de música y este año habrá un encuentro de jauzis”. El alcalde aseguró que “venimos apostando por estas fiestas de la juventud. Así, se ha incrementado la partida y en este sentido está la partida para contar con la Comparsa de Gigantes”.

También, entre los asistentes al comienzo de las fiestas, se encontraba el concejal de Juventud, Jorge Crespo, quien se mostró satisfecho por la programación organizada tanto por “por la Quinta del 94 como desde Juventud y Cultura”. “Es un programa muy potente y está diseñado pensando en los jóvenes pero también en los niños y en los más mayores aunque este fin de semana apenas haya muchos actos para ellos y tengan que esperar a al 24 y 25”.

Parte de los 630 comensales de la Plaza de los Fueros.

Parte de los 630 comensales de la Plaza de los Fueros. Javier Arizaleta

Con todo, la jornada comenzó con la salida de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, -a la que en el último pleno se aseguró una partida presupuestaria-, que recorrió parte de las calles del centro de la ciudad.

Por la mañana, también actuó el Taller de danzas de tierra Estella en la plaza de Santiago y la Banda Unión Musical Estellesa arrancó su pasacalles desde la plaza de los Fueros. Y es que éste fue a partir de entonces uno de los puntos neurálgicos de la fiesta, ya que acogió una comida popular que contó con 630 comensales, a la que habría que unir los 260 que se apuntaron en los aledaños del Frontón Lizarra, además de las docenas de cuadrillas que comieron en chabisques y restaurantes del centro de la ciudad.

Cientos de personas se acercaron a la hora del cohete.

Cientos de personas se acercaron a la hora del cohete. Javier Arizaleta

De la plaza de los Fueros, donde este año hubo “hinchables para mayores”, también salió la electrocharanga Ardo Usaie en una kalejira que se adentró hacia lo Viejo. Un preámbulo de la actuación de Marabiyak Sound y el concierto de Lérica que reunió de nuevo en los Fueros a cientos de jóvenes. Una actuación a la que posteriormente siguió la puesta en escena de Djs com K-Sajus o Daniel Caes hasta la madrugada.

Uno de los actos más destacados de la jornada tuvo lugar también en la plaza de los Fueros donde el grupo Ibai Ega (todavía con los restos de la comida en el suelo), actuó en la XXIII edición del Día del Baile de la Era que contó con la mayor parte de sus dantzaris tanto los componentes infantiles como los senior.

Dantzaris de Ibai Ega, en el XXIII Día del Baile de la Era.

Dantzaris de Ibai Ega, en el XXIII Día del Baile de la Era. Javier Arizaleta

Se corrieron dos encierros en los que hubo dos heridos leves. El encierrillo arrancó con retraso por la desaparición, una vez más, de parte del valladode Recoletas y tuvo una duración de 14 minutos con la vuelta del ganado por las calles. El encierro arrancó con puntualidad a las 19:30 y tuvo una duración de 29 minutos y acabó con la llegada de las hasta la plaza donde posteriormente hubo una suelta de vaquillas en el centenario ruedo Estellés a cargo de la Ganadería Macua.

Por otra parte la jornada festiva contó con un horario especial para la hostelería que ha permitido la apertura de los locales de copas hasta las 7 de la mañana con un permiso especial también para las discotecas de 2 horas y media tras el cierre de los bares.