Dentro de las conmemoraciones de su 50 aniversario, Lacunza Kalor Group abrió el sábado las puertas de su planta de Lakuntza para celebrar con la plantilla y sus familias este medio siglo de andadura. También fue un homenaje a aquellos emprendedores de Lakuntza que en la segunda mitad el pasado siglo crearon empleo y riqueza para la zona, como destacó José Julián Garciandía, director gerente de esta empresa que en la actualidad cuenta con 124 trabajadores y trabajadoras y previsiones de seguir creciendo.

De aquellos lakuntzarras solo queda Benigno Andueza, uno de los fundadores de Cocinas Lacunza junto con Julián Gamboa, los hermanos Francisco, Félix, Mariano, Segundo y José Mari Garciandía, así como José Burillo y Jesús Ronzón.  Pero esta historia comenzó unos años antes, en 1930, cuando se instaló en Lakuntza Cerrajera San Antonio, empresa de Aretxabaleta que se dedicaba a la fabricación de cocinas de leña y que llegó a contar con 200 trabajadores, muchas de ellas mujeres.

Por otro lado, en 1964, comenzó su andadura en Lakuntza la fundición Tot Garais, de la mano de Julián Gamboa y los hermanos Garciandía junto con el catalán José Bigas. Tras el cierre de Cerrajera San Antonio en 1967, Tot Garais decidió continuar con la actividad y en 1971, por contrato privado y dos años después en escritura pública, se constituyó Cocinas Lacunza.

José Julián Garciandía entregó una placa a Benigno Andueza, uno de los fundadores. N.M.

“Desde entonces hasta hoy, han pasado muchas cosas. Han sido muchos años de lucha, trabajo, momentos difíciles, esfuerzos y problemas pero también de muchas satisfacciones, crecimiento, producto, exportaciones, normativas y sobre todo de conexión y buen ambiente laboral entre todo el equipo humano”, destacó Garciandía, que se mostraba especialmente orgulloso de contar con trabajadores que en algunos casos llevan más cuatro décadas en la empresa.

Especializada en la fabricación de cocinas, estufas y chimeneas de leña, desde el diseño a la comercialización, Lacunza Kalor Group exporta más del 60% de su producción a 35 países. “Gestionamos más 3.000 toneladas de chapa de acero. El objetivo este año es fabricar 40.000 aparatos, si no tenemos problemas de suministro; 182 al día con el objetivo de seguir creciendo y creando empleo y riqueza en la zona”, señaló.

Al respecto, Javier Gorriti, presidente del consejo de administración, destacó el buen momento de la empresa. “Tenemos producto, mercado por todo el mundo, buenos medios productivos, instalaciones, equipo humano y financiación. Han contribuido factores externos como la covid, guerras, precio de los combustibles, políticas medio ambientales pero también por una gestión, un hacer, unos valores, un personal y formas de trabajar sencillas, buenas, fiables y correctas”, incidió.

Gorriti también tuvo palabras de agradecimiento para todas aquellas personas que a lo largo de este medio siglo han trabajado y colaborado en crear esta empresa. “Las personas que la fundaron en aquella Lakuntza del siglo pasado, la familia Garciandía que siguió con el negocio, las 23 personas que la convirtieron en una SAL, haciendo una gran apuesta por la empresa y su vida laboral, en un momento de gran incertidumbre y el resto de trabajadoras y trabajadores, que hemos ido incorporándonos. A la fábrica venimos 8 horas porque es nuestro medio de vida, pero con nuestro trabajo, hemos participado y ayudado a Lacunza a ser lo que hoy es”, destacó.

Familiares y amistades pudieron conocer por dentro las instalaciones. N.M.

Ayer los trabajadores fueron los guías de sus familias y amistades en su visita a la planta de Lakuntza, abierta en 2011 con una superficie de 5.800 metros cuadrados. Asimismo, cuenta con otra planta en Altasu, en el polígono Ibarrea. Comenzó en la zona de corte con láser y continuó por soldadura, pintura, plegado, almacén y una pequeña exposición. También se pudo visitar las oficinas y el laboratorio. Garciandía guió a Andueza, de 93 años, maravillado por la tecnología actual y orgulloso de la progresión de Cocinas Lacunza, que comenzó en dos bajeras y ahora es marca referente en Europa. “Gracias a él y a otros emprendedores, Lakuntza es uno de los pueblos más activos y ricos de Navarra”, subrayó Garciandía, al tiempo que recordó que también fue alcalde de esta localidad durante 8 años. 

Ayer también fue un día de reencuentros, sobre todo para los jubilados. Era el caso de Isidro Asurabarrena, que trabajó durante 42 años en esta empresa, la mayoría como encargado de prensas. “Ha cambiado mucho la manera de trabajar. Antes la chapa se cortaba con troqueles y ahora con láser. Lo que más me llama la atención es la cantidad de modelos que hay”, aseguró.  En esta mañana de puertas abiertas no faltó un almuerzo. También hubo hinchables para los txikis.