El pasado mes de junio el elizondarra Fernando Anbustegi fue investido como nuevo alcalde del Valle de Baztan. Tras su trayectoria como periodista, afronta esta nueva etapa con entusiasmo y compromiso.
¿Cómo decidió entrar en política?
–Es algo que normalmente nadie quiere hacer y tampoco era mi sueño de pequeño (ríe). Pero bueno, yo siempre me he considerado una persona comprometida con el pueblo y cuando me han pedido que de el paso, al final, lo he dado. Al fin y al cabo, antes que yo muchos han dado ese paso, han trabajado por el pueblo, y era el momento.
¿Alguna vez pensó que llegaría a ser alcalde?
–Nunca había pensado en ser alcalde. Que alguna vez me tocara trabajar en el Ayuntamiento como concejal, por ejemplo, era una posibilidad real, porque sí que me he movido en otros ámbitos, sobre todo el cultural. Siempre he estado comprometido con ciertas cosas y era una posibilidad. Pero como alcalde, no, nunca pensé que iba a llegar a serlo. Cuando me lo propusieron acepté más que nada por respeto a los anteriores.
¿Y qué fue lo que pensó cuando se lo propusieron?
–Pensé que tenía poco que ganar, que era un paso importante y no solo para mí, también para mi familia. Al fin y al cabo, estas cosas salpican. Entonces pensé en mí, en mi familia, los pros, los contras… Tuve que valorarlo. No fue una decisión que tomé de un día para otro. Pero al final veía que era el paso que tenía que dar.
¿Entonces ganaron los pros?
–Bueno… digamos que al final dije que sí (ríe). Es un reto muy grande porque claro, cuando te presentas con EH Bildu en Baztan, en estos momentos, ya sabes que tienes muchas posibilidades de ser alcalde. Los datos de los últimos años están ahí y era una posibilidad muy real. Y no es que te presentes, es que te presentas para posiblemente ser alcalde. Entonces, bueno, no piensas solo en ti. Piensas en el valle, en la gente y en lo que puedes aportar. No en lo que puedes perder. Ya sé que habrá momentos difíciles, que me afectarán a mí, que afectarán a mi familia, pero yo creo que tengo cosas que aportar y voy a trabajar en ello. Con la conciencia tranquila. Ya sé que no va a gustar a todos todo lo que hagamos, es imposible. Pero intentaremos trabajar por todos y todas.
¿Cuáles diría que son sus proyectos más importantes o los que más urgen?
–La reforma de la residencia de ancianos es muy importante. Ya estamos en marcha y hay una partida muy importante para ello. Junto a eso queremos también ahondar en el trabajo a domicilio, para que la gente mayor pueda vivir también en su casa.
Otros proyectos importantes para la comarca que también están en marcha son el centro de Formación Profesional y la Casa Zunda en Oronoz.
Y bueno, hay muchas otras cosas: las aguas, la energía, la industria, la rehabilitación de viviendas… Y el día a día. Al final, Baztan es muy especial, tiene 15 pueblos, mucha infraestructura, cientos de kilómetros de pistas... Somos conscientes de que hay muchas cosas por hacer, pero el dinero es el que hay y gestionar todo eso es muy difícil: 15 pueblos, 13 escuelas, 19 frontones… Somos el municipio más extenso de Euskal Herria.
Otro tema que está dando mucho que hablar es el de Erdiz. ¿Cómo está este asunto?
–Habrá que ver qué pasa con la petición que hico Magnesitas Navarra de tramitar el proyecto como PSIS. Está claro que la mayoría de la ciudadanía no está a favor de cómo se está planteando el tema y yo creo que los y las baztandarras debemos decidir qué queremos hacer con nuestras tierras.
Con Aroztegia pasó lo mismo: hubo un referéndum en Lekaroz, otro en Baztan, y la gente estaba en contra. Y aun así lo hicieron como PSIS pasando por encima del Ayuntamiento y de la Junta General. Eso es muy grave. ¿Para qué nos presentamos a las elecciones si luego no vale para nada lo que hacemos?
Hasta ahora no nos han hecho caso y estamos muy enfadados por eso, pero seguiremos trabajando en defensa de lo nuestro, del comunal que lleva siglos así. Es un proyecto que creemos que no responde a las necesidades de Baztan, sino a las necesidades de una multinacional.
Ahora que ha mencionado Aroztegia… ¿Qué pasa con eso?
–Ahora mismo está parado, no está licitada la obra. Se hizo una licitación que luego se anuló. Habrá que ver qué pasa y cómo se mueve la cosa. Nosotros evidentemente defenderemos nuestra tierra.
¿Cómo ve el futuro del valle?
–En Baztan vivimos bien y nuestro objetivo es vivir mejor. En un valle sostenible con el medio ambiente y con la gente, porque Baztan lo hacen los y las baztandarras. Hay que trabajar en esa cohesión, no mirando solo a la industria o al turismo, sino mirando en general. Ese es nuestro trabajo en el Ayuntamiento: intentar trabajar con todos los sectores, escuchando las necesidades que hay en cada cosa e intentar buscar ese equilibrio que buscamos todos para conseguir la felicidad.
