Apenas faltaban unos minutos para las nueve y, con más anticipo de lo habitual, la puerta del colegio Santa Ana de Buñuel se iba llenando. Los abrazos, las risas y las ganas se apoderaban. Tic, tac, tic, tac… ya era casi la hora, pero las puertas, incluso la que daba acceso a la entrada para el alumnado de Infantil seguían cerradas, ¿qué pasará?

Y de repente se activaba la megafonía: “¡Hola! ¡Buenos días! Chicos, chicas, tenemos que esperar un poquito. Tenemos un problema. Los profes aún no han llegado. Estoy llamando a Ainara, Virginia, Jesús, Mapi… y nada, parece que se han dormido. Esperamos cinco minutitos para entrar, ¿vale? ¡lo sentimos!”. 

Entre risas los mayores entendían la broma mientras que las caras de los más pequeños, en algunos casos, eran todo un poema hasta que un par de minutos después se resolvía el enigma. Ataviados con bañador, camisas de flores al más puro estilo playero, flotadores, sombrillas y toallas llegaban y, para sorpresa de todos, los profes confundían la acera con la playa. “¡Ah! ¿Qué empezamos ya hoy?”, les preguntaban a los niños y niñas, “vale, pues venga, todos a sus filas que ya vamos”. 

Una forma de lo más divertida y desenfadada para este inicio de curso 2023-2024 en la localidad ribera de Buñuel.

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Fotos: nervios e ilusión en el día de la vuelta a clase en Navarra Iñaki Porto