El sindicato CCOO ha hecho público un comunicado con el que trata de mostrar la situación que vive la Biblioteca de Tudela con serios problemas tanto de espacio como de fata de personal, un problema que compete a ambas administraciones, tanto al Ayuntamiento de Tudela (propietario del edificio y de destinar dinero para la compra de libros) como al Gobierno de Navarra (responsable del servicio y del personal). En su opinión es necesario buscar un nuevo emplaamiento para la Biblioteca. Además ponen en evidencia el escaso numero de trabajadores de este servicio que es, proporcionalmente, bastante menor a otras poblaciones como Estella o Tafalla.
La falta de espacio, los riesgos derivados de un edificio antiguo y la falta de personal dificultan, señalan “el desempeño laboral de las tres personas trabajadoras de la instalación”. El Ayuntamiento de Tudela, responsable de la instalación desde 1985, aseguran, “debe reconsiderar la ubicación de la biblioteca”, mientras que el Gobierno de Navarra, por su parte, “debe aumentar el número de personas trabajadoras del servicio público. CCOO considera que el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Tudela deben llegar a un acuerdo para mejorar la gestión actual, recogiendo las necesidades presupuestarias específicas para el mantenimiento y la realización de actividades”.
El edificio histórico Palacio Marqués de Huarte alberga tanto el Archivo Municipal como la biblioteca. Las condiciones de la construcción hacen, a juicio del sindicato, que éste “no sea un lugar adecuado para acoger ambos servicios municipales”. Además advierten que el número de personas en plantilla “es proporcionalmente menor si se compara con la población y el número de personas trabajadoras en bibliotecas de otros municipios como Estella y Tafalla”. Esta realidad, que depende de forma directa del Ejecutivo Foral, deriva en un peor servicio de atención a la ciudadanía, un menor número de actividades programadas y una sobrecarga de trabajo para las profesionales .
Por otra parte, la biblioteca ocupa unas instalaciones de la primera planta del edificio para su uso diario y, en un ático, se almacenan los libros que no puede exponer. “Tal es la falta de espacio en la sala de lectura que muchos fondos de consulta están en un altillo, al que se accede por una escalera de caracol que está prohibida según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”. Las escaleras circulares están restringidas a un uso puntual (por ejemplo, en fábricas donde solo se accede para limpiar el tejado), mientras que en la biblioteca se hace un uso continuado de ella por el personal bibliotecario, personal de limpieza y por el público que debe consultar los fondos.
El Ayuntamiento de Tudela realizó un estudio sobre una nueva escalera progresiva con un descansillo que sustituiría a la de caracol. El estudio, realizado y pagado, nunca se ha ejecutado. CCOO alerta que, “si no se adoptan medidas, Inspección de Trabajo podría ordenar al Consistorio la clausura del acceso por escaleras, limitando todavía más el espacio útil de la biblioteca”.
Hay que recordar también que el Ayuntamiento de Tudela es el que menos dinero destina por habitante, proporcionalmente, para la compra de libros y la difusión de la lectura, 6.000 euros al año.