La explanada de la iglesia de San Salvador en Gallipienzo Antiguo se convirtió el sábado en una pasarela de moda protagonizada por el joven estudiante de Diseño y Modelista de Alta Costura Asier Ferrer, que compartió cartel en las Jornadas Europeas de Patrimonio. Su primera colección, Quimera, compuesta de siete looks fue objeto de una iniciativa sin precedentes y reunió a vecinos y vecinas de los pueblos colindantes, que le han dado su apoyo y han colaborado con él en la organización del desfile.

De este modo, el joven estudiante en Bilbao contó con modelos, complementos artesanos, arte floral, música, aforo... y todo, en su entorno rural en el que se inspira y crea.

Un público intergeneracional siguió el desfile.

El desfile de Ferrer ha formado parte del programa de Patrimonio y se ha sumado a él como parte del patrimonio, en este caso, humano de la villa que a penas cuenta con cien habitantes. Y su éxito se lo debe a: “Tengo que agradecer a Maite H. Mateo, fotógrafa y amiga del pueblo, a LeeZ artesanía, Camino y María, por su apoyo desde el principio, y a Esteban, por su apoyo musical y acústico. Laura, vecina de Gallipienzo y propietaria de Lorea Floristería, “creó el ramo de novia más bonito y mas personal” . La lista de agradecimientos la engrosan además, amigos y amigas, modelos que dieron personalidad a sus looks. También incluye al Ayuntamiento de Gallipienzo” por facilitar el desfile y dejarme cumplir mi sueño en la Iglesia de San Salvador”. Y a su familia, con mención especial a su madre: Arantxa Samonete, “por su apoyo, valentía y fortaleza, por alentarme a seguir mis sueños, por todo lo que me ha enseñado, sobre todo, a luchar por lo que quieres y amas”, expresó Asier Ferrer.

Aún extendió más su agradecimiento: “A todas las personas que subisteis por las calles de mi pueblo, Gallipienzo, hasta lo más alto para poder disfrutar del desfile”, concluyó, al tiempo que prometió más.