Carlos Yerro y Paco del Río emprendieron ayer de madrugada se enésimo viaje solidario a África. “Somos los dos de Lerín, nos conocemos desde chiquillos y llevamos ya unos 30 años juntos trasladando ayuda por el Sáhara”, aseguró del Río ayer antes de llegar a Algeciras para embarcar su camioneta en el barco que les pondrá en África rumbo a Guinea Conakry. Y es que en la aldea de Kawewol a más de 5.300 kilómetros de su localidad Paco y Carlos tienen un proyecto humanitario con el que se hizo posible la creación y dotación de una escuela rural a la que ahora bajan 24 mesas y otras tantas sillas “nos las han cedido de la autoescuela Leyre”, aseguraron con la convicción de la importancia de poner nombre a quienes realizan las donaciones. 

Ésta solo es una de sus iniciativas en la zona: paralelamente, también trabajan para poder construir y habilitar un pequeño hospital “un dispensario que sirva para ofrecer los primeros auxilios de salud a la población”. Unas obras que quisieran empezar cuanto antes aunque la subida de los precios de los materiales puede retrasar el proyecto. “Trabajamos en ampliar la financiación y también en conseguir que desde allí se complete con el personal necesario”. Pero en cada viaje las condiciones de los países van cambiado. “Han mejorado algo las carreteras que al principio de nuestros viajes apenas existían pero cada vez la ruta se está poniendo más dura. Antes sabíamos que tendríamos problemas en las fronteras de Marruecos y Mauritania pero ahora también hay que añadir la situación que se ha agravado en Senegal y Guinea tuvo cerrada hasta hace poco la frontera por problemas internos”.

 

Con todo, estos lerineses no se desesperan. Saben que en cada viaje, además de trasladar cientos de productos de primera necesidad, llevan el tesoro de su experiencia: “África tiene un problema muy serio con el agua y su potabilización y más después de estos años de grandes sequías”, aseguraban ayer Yerro y del Río “somos especialista en diversos sistemas de frío o calor y también en energías renovables”. Así, buena parte de su camioneta transporta diverso material para poder seguir ampliando todo tipo de instalaciones. “Como siempre nuestra idea es cruzar todo lo rápido que podamos esta zona porque también los de Al Qaeda siempre la están vigilando y no hay que dar facilidades”

Con todo, esta pareja de amigos de la infancia aseguran que después de tanta experiencia se conocen perfectamente “hay que conocerse para afrontar este tipo de retos” y saben que su proyecto va a necesitar más viajes de ida y vuelta. El mundo está ahora todavía peor que hace unos años y “África es un pozo sin hondón en cuanto a ayuda humanitaria”

Desde la Ong Lerín Solidario lo tienen muy claro y siguen trabajando para conseguir todas las ayudas posibles porque saben que toda vendrá bien a los habitantes de Kawewol y a las miles de localidades rurales dispersas por todo el continente. l