La Casa de Cultura de Bera acoge este viernes (19.30 horas) el estreno del documental Nepaldala, enmarcado en la 17ª edición del Mendi Eguna, organizado por Manttale y Agerra Mendi Taldea. El dinero de las entradas (5 euros) se destinará íntegramente a la ONG Nepaldada. Tras la proyección se realizará un coloquio con los responsables del documental y de la ONG, y se podrán adquirir artículos solidarios. 

La cinta, dirigida por Asier Requejo, muestra el trabajo de Nepalalda, formada por las bidasoarras Miren Beroz, Aitziber Alza y Olatz Lasa. Desde 2018 estas tres mujeres trabajan para proporcionar educación a niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Todas son de Bajhang, denominada el Far West nepalí, y no solo tienen dificultades para acceder a la educación sino que están expuestas al trabajo infantil, al matrimonio precoz o el tráfico humano.

La irundarra Olatz Lasa, que conoce bien la situación, explica que en esta zona remota nadie invierte en ofrecer formación a las niñas. “Son familias sumamente humildes y que una boca menos a la que alimentar se agradece. Lo malo es que la desesperación lleva muchas veces a las familias a aceptar ofertas dudosas, y las niñas acaban en burdeles en India, desaparecidas, etc.”. A ello hay que sumarle la subsistencia de creencias que, aun siendo peligrosas para ellas, continúan muy arraigadas en esas comunidades, como el Chhaupadi, por la que la mujer es considerada impura cuando menstrúa y debe pasar esos días fuera de su casa, a menudo en muy malas condiciones.

Conscientes de que la educación es una de las herramientas más poderosas para cambiar la situación de las jóvenes, Lasa, junto a las hondarribiarras Aitziber Alza y Miren Beroz, que por entonces ya vivía en Katmandú y había colaborado en varios voluntariados en la zona del Far West, fundaron la ONG Nepaldala en 2018 y se desplazaron hasta allí en 2019, para analizar qué ayuda podían ofrecer.

Desde entonces, el principal proyecto de la entidad consiste en trasladar a niñas del Far West a Katmandú, donde les ofrecen un hogar y una educación. “A través de la formación se empoderan, comienzan a tener criterio propio, a tomar sus propias decisiones. Además, pueden adentrarse en el mundo laboral y obtener los recursos necesarios para aportar sustento a su familia y su comunidad”. 

La elección de las beneficiarias de las becas que ofrece Nepaldala no se realiza al azar, sino de forma personal, desplazándose hasta el Far West para mantener entrevistas con las niñas, sus familias y profesores. De esta manera, actualmente son once niñas de entre 10 y 19 años las que residen en la casa que Nepaldala les ofrece en Katmandú, donde sigue viviendo Beroz. De hecho, la gran diferencia de esta ONG es que la propia Miren vive, junto a su marido Mingma, la hija de ambos y los padres de él, en la casa familiar, donde se encargan de monitorizar y cuidar de las niñas.

El documental

Tras escuchar el relato de las responsables de Nepaldala, el irundarra Asier Requejo tomó conciencia de que detrás de la historia de la ONG se escondían otras “muy potentes” que deberían reflejarse en un documental. Así, en enero de 2020 emprendió la aventura junto a Lasa. Tras pasar dos semanas en Katmandú, conociendo a las jóvenes, se trasladaron al Far West, viaje de cerca de cuatro días entre autobuses, todoterrenos y caminatas. A pesar de las dificultades, Requejo llegó hasta una de las aldeas más remotas, a la que apenas había accedido una decena de europeos. Recuerda, por ejemplo, que tuvo que apañarse con las tres baterías del dron y otras tres de la cámara que pudo cargar en Katmandú, ya que en las aldeas, pese a que trataron de ofrecerle un generador, finalmente no pudo ser.

Tras años de trabajo de edición y posproducción, el irundarra está satisfecho con el resultado, un documental de 35 minutos que trata de reflejar la realidad que viven tanto en las aldeas del Far West como en el hogar de Nepaldala, en Katmandú. Lasa, una de las primeras personas en verlo, asegura que el trabajo de Requejo es “de diez”, “un gran regalo que nos ha hecho para visibilizar el trabajo de la ONG”.