“¡Os deseo que viváis tantos años como yo! ¡Trabajando! Pero no mucho, ¿eh? Disfrutando también”. Feliz y agradecida, la cascantina Benita Melero recibió, este 12 de enero, a decenas de vecinos y vecinas en la puerta de su casa. No era un día cualquiera. Era el día de su centenario. Así, bien abrigada y acompañada por sus dos hijos, Juan José y María del Carmen Roncal, con quien vive desde la pandemia, aunque sigue visitando a menudo su casa de toda la vida, solo necesitó el apoyo de su bastón para saludar a todos aquellos que, con cariño, la felicitaban y alababan su envidiable salud.

Una sorpresa que contó con la colaboración de integrantes de la coral Cascantum, los Auroros, el grupo de Jotas y el coro parroquial, así como del Ayuntamiento de Cascante, voluntarios y voluntarias de Cruz Roja y la propia familia. Todos juntos, y acompañados por los acordes de la guitarra de Lourdes Díaz, entonaron para Benita el cumpleaños feliz, así como Las mañanitas y la Jota a la Virgen del Romero.

Benita Melero recordó episodios de su vida como los bailes de salón que disfrutaba con su difunto marido o las épocas en las que recolectaba espárragos y otros productos típicos de La Ribera. Tampoco se olvidó de mencionar, uno por uno, los nombres de sus cuatro nietos y seis biznietos. “Son unas joyas, unos tesoros”, definió. La emoción le invadió con la visita de su amigo Bautista Díaz (92 años), quien le cantó nuevamente y al oído la Jota a la Virgen del Romero, así como cuando apareció la gran tarta y cuando recibió un gran ramo de flores y una réplica de la subida al Santuario de la Virgen del Romero de manos del alcalde Alberto Añón y la concejala Asunción Romeo.