El colegio Francisco Javier Sáenz de Oiza de Cáseda celebró este jueves por el día Día de la Paz su XI almuerzo solidario. En esta edición la recaudación fue destinada a la 4ª planta de Infantil del Hospital Universitario de Navarra (HUN), en total se destinaron 1.410 euros a la causa. La mañana reunió tanto al alumnado y profesorado del colegio como a los y las vecinas de la localidad que se acercaron para disfrutar tanto del almuerzo como de las actividades que se prepararon para amenizar el rato.

Se trata de una jornada consolidada en el pueblo: “Es un acto solidario que nos recuerda que aunque cada persona aporte poco, entre todos hacemos mucho”, afirmó Bruno Jiménez, director del colegio.

El almuerzo solidario en la plaza del pueblo.

Los niños y niñas prepararon lazos amarillos, instintivo que se asocia con el cáncer infantil, y los repartieron entre las personas de la plaza. Después de un rico almuerzo donde no faltaron bizcochos, tortillas, chocolatada y más, el alumnado procedió a leer un manifiesto para recordar el motivo de la celebración.

Mostraron su solidaridad con los niños y niñas enfermos recalcando la “fuerza y valentía con la que viven día a día en estos espacios como la 4ª planta del complejo hospitalario, un lugar lleno de valentía y esperanza”. Asimismo, hicieron especial mención a la importancia de la educación: “Se trata de una herramienta para seguir creciendo y aprendiendo”, afirmaron.

Baile de los niños y niñas del colegio.

Además del almuerzo, los niños y niñas bailaron dos canciones, una para “reflexionar y recordar que la paz está en cada uno” y la segunda para recalcar que “no debemos privar de libertad a los demás y cada persona tiene derecho a tomar sus propias decisiones”, tal y como explicaron. Entre todos los participantes realizaron un panel con el símbolo de la paz y también se celebró un bingo.

Para este almuerzo el colegio contó con la colaboración del Ayuntamiento, profesorado, familias, que son las que preparan los bizcochos y pintxos, comercios locales y voluntarios tanto de Cáseda como de otras localidades de la zona.

A esta iniciativa se sumaron los colegios de Aibar y Lumbier, que junto con Cáseda, forman parte de los colegios rurales de la zona de Sangüesa. Los dos pueblos también celebraron almuerzos y chocolatadas y con lo recaudado hicieron un donativo de 1.181 euros en favor de la paz y los niños y niñas enfermos.