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Sakana

Una vida ligada a la cancha

Enrique Vilas Mérida deja la primera línea en el Club de Baloncesto Alsasua Saskibaloi Kluba

Una vida ligada a la canchaN.M.

Enrique Vilas Mérida ha cerrado una larga etapa, más de cuatro décadas en la primera línea del baloncesto en Altsasu, una labor que fue reconocida en la presentación de los equipos de la temporada del Club de Baloncesto Alsasua Saskibaloi Kluba (CBASK). Lo cierto es que es la cara visible este deporte en la villa, junto a otras personas como Gonzalo Rueda, José Mª Misiego y los hermanos Ciriaco y Fermín Herrero, con quienes fundó en 1990 este club. Desde entonces ha sido su coordinador, puesto que deja en buenas manos, las de Josu Mendiola Marañón, ex jugador de casa y entrenador en la actualidad. Pero ya antes, dentro de la Sociedad Deportiva Alsasua, estaba al frente de la escuela de baloncesto. Lo cierto es que en 2004 recibió la Medalla de plata al mérito deportivo del Gobierno de Navarra, por su dedicación al baloncesto durante más de 25 años en la federación y distintos clubes.

Enrique Vilas se acaba de ir y ya se le echa en falta en el polideportivo de Zelandi, su segunda casa, a donde acudía los miércoles y viernes, y a veces algún lunes, de 15.30 a 19.30 horas, aparte de los fines de semana, en los que no había horarios. Nacido en Priego de Córdoba en 1954, llegó a la villa con diez años, cuando su padre ocupó una plaza de maestro de talleres en el Instituto San Miguel de Aralar. Precisamente, fue en este centro donde transcurrió toda su trayectoria profesional como profesor tras licenciarse en Educación Física en Madrid. Comenzó en la FP, pasó a BUP y después a ESO hasta su jubilación hace seis años. Así, también es testigo privilegiado de la evolución del sistema educativo y de la manera de acercarse el deporte, de ser una actividad casi residual al culto al cuerpo, un fenómeno cada vez más frecuente. 

También ha evolucionado, y mucho, el baloncesto. “No se asemeja a la liga americana pero cada vez es más espectáculo”, observa, al tiempo que comenta que han cambiado las tornas en el club y que ahora hay más chicos que chicas, tal vez por el tirón del fútbol femenino.

En algunos momentos, Enrique Vilas compaginó la coordinación del CBASK con otros cometidos en otros clubes de Pamplona como Maristas, Ardoi, Paz de Ziganda, Liceo o Burlada, principalmente como preparador físico y segundo entrenador. Asimismo, fue secretario técnico de la Federación Navarra de Baloncesto entre 2002 y 2004. También fue entrenador durante dos temporada del equipo de Arfe de tercera categoría, la máxima categoría a la que ha llegado un equipo de Altsasu.

 Además, en el club se han forjado a jugadores y jugadoras que volaron fuera del nido como Naiara Díez, Garazi Misiego, Nerea Misiego, Edurne Ormazabal, Iñigo Zabalo, Juanjo Marín, Tatu Larraza, Josu Mendiola o Peio Iraola. “También aporta jugadores y jugadoras a las diferentes selecciones de Navarra”, apunta.

Aunque ha dedicado a este deporte gran parte de su tiempo libre, sacando horas de donde no había, nunca ha sido jugador de baloncesto. “Era de fútbol. Me enamoré del baloncesto con Lolo Sainz, cuando estudiaba en Madrid, era un profesor excelente”, recuerda. Además, en su juventud, el baloncesto español vivía una de sus épocas doradas.

“Me gusta el baloncesto sobre todo porque es una herramienta para la transmisión de valores como la amistad, el compañerismo o el altruismo. Es un deporte colectivo en el que se genera buen ambiente”, observa. Al respecto, señala que en la escuela la competición pasa a segundo lado. “Los niños y las niñas vienen a divertirse y disfrutar haciendo deporte. Es importante que todos y todas toquen balón. Los partidos son para completar el trabajo realizado a lo largo de la semana”, observa. 

Esta temporada son 144 jugadores y jugadoras en total en 10 equipos. En las escuelas, gestionadas por el club a través de un convenio con el Ayuntamiento de Altsasu son 102 en siete equipos: alevín, benjamín, infantil, premini, mini y cadete femenino y masculino. Por otro lado, están los tres equipos del club propiamente dicho, junior, sénior femenino y sénior masculino inter autonómico. “Estamos en una época buena, con 18 niños y niñas que han entrado al club esta temporada, con las gradas llenas de padres y madres animando a sus hijos e hijas”, apunta.

Enrique Vilas y su esposa, Maribel Zornoza, en el homenaje que recibió del club.

Homenaje de su familia del baloncesto

Su otra familia, la del CBASK, quiso aprovechar la fiesta del baloncesto de Altsasu para reconocer su trabajo y compromiso con el club con la entrega de una placa. La recibió de manos de Fermín Herrero, compañero en la cancha durante décadas y el único de aquellos veteranos que ya estaba cuando el club echó a andar y sigue al pie del cañón. El reconocimiento fue extensivo a Maribel Zornoza, su esposa, también aficionada al baloncesto y que ha hecho posible la dedicación de Enrique Vilas, que ha compartido su tiempo libre entre sus dos familias. “Quiero agradecer al presidente, Xabier Ramírez de Alda, y a su junta directiva el homenaje y también su nominación para los premios del 75 aniversario de la Federación Navarra de Baloncesto”, señala Enrique Vilas, que finalmente recibió el galardón. También tiene palabras de gratitud para los y las entrenadores, en especial para Fermin Herrero y Gonzalo Rueda por su gran labor. “El baloncesto me ha dado muchas satisfacciones, sobre todo a nivel personal. Muchos amigos y amigas”, destaca al tiempo que incide en que está a disposición del club “para lo que quieran y cuando quieran”.