¡Y llegó el carnaval a la ilustre ciudad de Tafalla! Una semana más tarde que el grueso de las localidades navarras, a causa de la celebración de las ferias el pasado fin de semana, los tafalleses y tafallesas se echaron a la calle con sus mejores atuendos y más chistosos artificios. Es por ello que la fiesta del carnaval es única en todo el año, ya que, ¿cuándo, si no, se podría ver al rey de la comparsa de gigantes de Tafalla charlando con los Peaky Blinder, un Moulin Rouge en medio del pueblo o un refugiado judío echando potes con una templaria? Por ahí andaba también aquel paracaidista español colgado de la farola en la que aterrizó durante el desfile 12 de octubre.

Las estampas, sin duda, son para enmarcar, y la burbuja de alegría que cubre la fiesta es no menos que necesaria en estos tiempos donde la rutina a penas nos permite dejar volar la imaginación. ¡Larga vida a los carnavales y a quien “se lo curra” para sacar al vecindario una merecida carcajada!

SÁBADO DE PREMONICIÓN

Pasada la quema del Lagunero del viernes, el sábado era el turno del carnaval infantil. Hacia las 18:30 de la tarde la Comparsa de Gigantes Asier Marco recorría las principales rúas del casco viejo, rodeada de silletas y niños y niñas, que eran los primeros en lucir sus disfraces.

Maceros y timbaleros de la corporación tafallesa. Endika Iriso

Los bares adoptaron la temática de las décadas (años 60, 70, etc.) aunque hubo quien se salió del tema como el Gabalzeka, que como todos los años, dejó boquiabierto al personal sumergiéndose en el mágico castillo de Hoghwarts. Los bares de la cuesta, por su parte, representaron las protestas agrarias que se están dando durante estos días.

Según fue cayendo el sol, en las cuatro esquinas comenzaron a aflorar las primeras cuadrillas de adultos revestidas con sus respectivas carrozas. Apareció el cancán, con su coordinada danza, cerveza en mano. Después, una serie de extraños marcianos aterrizaron su nave con La Polla Records a tope y poco más tarde, la comitiva de maceros y timbaleros de Tafalla con una versión “bakalao” de la marcha de San Sebastián, con la que dieron la murga durante casi tres horas.

Un calendario de santos muy peculiares. Endika Iriso

Se palpaba la tragedia, y es que apenas unas horas más tarde la calle estaba llena de juventud que seguía la ronda de la Txaranga Malatxo, que entre pasacalles interpretaba, desde Aitormena de Hertzainak, a un mambo o algún último éxito de reguetón. La noche escapa a las crónicas, pero seguro que fue digna de recordar.

DOMINGO DE COLOFÓN

Amaneció Tafalla con una pinchada “makinera” en Las Pulgas. Ya se ha convertido en tradición que los valientes gaupaseros unan fuerzas en medio del pueblo para tomarse la licencia de no tener vergüenza por seguir la juerga, en uno de esos pocos findes donde los trasnochados a penas llaman la atención.

La cuadrilla de Mary Poppins. Endika Iriso

A los del día anterior, se unieron los domingueros y poco a poco fue cayendo gente hasta que, cuando las campanas repicaban el mediodía, la plaza estaba repleta de toda serie de vistosas cuadrillas.

Un pastor gritaba a sus ovejas para que se arrejuntasen para una foto, los del “¿Quién es quién?” se metían en el papel agachándose al ser descartados y un ejercito de Super Marios se hacía con las cercanías del kiosco. Por todas partes se oían bafles entremezclando música “Disco” con alguna fanfarre, y por ahí andaban otra vez los de la marcha de San Sebastián

El juego de ‘¿Quién es quién?’. Endika Iriso

Un grupo de muchachas daba vueltas a unos columpios voladores diseñados bajo una sombrilla y los cazafantasmas, rodeados de marcianos, veían que el tema se les escapaba de las manos.

El desfile tomó rumbo a la zona norte, llegando a abarcar con su longitud los paseos Padre Calatayud, más buena parte de la avenida. Los joaldunak abrían la marcha seguidos de los principales personajes de la mitología vasca. Tras las cuadrillas más familiares, la juventud se apelotonaba en torno a la Malatxo, que continuaba la tralla del día anterior. Por último, cerraban el desfile unos Bolantes de Luzaide, que uno ya no sabría decir si iban disfrazados o eran de verdad.

Zorionak Tafalla! No se sabe quién se hará este año con los premios Higuico, pero sin duda el jurado lo tendrá difícil.

Las niñas del ‘Perrintxin’. Endika Iriso