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La memoria callada de Tudela

Integrantes del Ateneo Republicano y y del colectivo joven Tuteran Jai colaboran para crear un documental sobre las voces y experiencias olvidadas de la Transición en Tudela

La memoria callada de TudelaFermín Pérez Nievas

“Me parece que es muy difícil pasar de un estado dictatorial a uno de pleno derecho de la noche a la mañana, porque todos los que habían causado tanto sufrimiento a la izquierda y a la clase popular salieron libres de todo sin un juicio. Hubo mucha gente que se acostó franquista y se levantó demócrata”. El mensaje del tudelano Daniel Jiménez, de 24 años e integrante del colectivo Tuteran Jai, refleja una de las visiones que varios jóvenes de la capital ribera están descubriendo sobre la Transición. Desde hace más de dos años investigan, documentan y reflejan las vivencias y experiencias que la Transición dejó en Tudela con entrevistas y recopilación de información para tratar de elaborar un documental que sirva para que su generación conozca, en boca de los protagonistas, cómo fue aquel período en su ciudad natal.

De la mano del Ateneo Republicano (“un espacio abierto y plural de debate y participación, que aglutina diferentes culturas sociales y políticas y se basa en los valores republicanos de libertad, igualdad, solidaridad, fraternidad, justicia, laicismo y trabajo comunitario”), se adentran en aquellos años de finales de los 70 y principios de los 80 del pasado siglo XX que marcaron la política y la historia actual.

El origen

La idea inicial partió del Ateneo que buscaba recopilar documentos de esa etapa y que quedase registrada en el archivo. “Pero en el momento en que entramos Tuteran Jai en el proyecto pensamos que lo mejor para llegar a la juventud era a través de un documental para que tuviésemos constancia de qué había pasado en Tudela y cómo nos ha llegado todo ese movimiento sociopolítico”, explica Eva Eliceche, integrante de Tuteran Jai, de 30 años de edad y concejala por Contigo Tudela.

De momento, con la colaboración de Carlos Gil y Koldo Mikel Munilla, ya han conseguido entrevista a una decena de personas en un proyecto que no tiene fecha de finalización y en el que trabajan Aimar Jusué, Eneko Pérez, Pablo Bernal, Eva Eliceche, Íñigo Jiménez, Peru Elejalde, Amaya Salinas y Daniel Jiménez, jóvenes de entre 20 y 30 años.

Imagen de la salida de un encierro de protesta en la antigua iglesia de la plaza de Los Fueros

Como comenta Carlos Gil, integrante del Ateneo y que les acompaña en este viaje, la idea de las entrevistas surge a raíz de que propusiera a Tuteran Jai crear un archivo de caras y testimonios de gente que participó en la transición en Tudela. “Sobre todo porque está muy estereotipado y siempre salen los mismos nombres, cuando la gente que participó en aquella época era de un abanico más amplio. Nos propusimos tratar de sacar a esa gente que ha estado más en segunda línea, e incluso ir más allá del mero hecho político, y cuya labor fue fundamental el urbanismo, la cultura y la sociedad de Tudela”.

Aquella pequeña ciudad era un hervidero social, político y reivindicativo, donde los sindicatos empezaban a tener poder de movilización, los sacerdotes apoyaban a la clase trabajadoras cediendo locales e iglesias y donde las siglas de las formaciones de izquierdas cambiaban cada poco, algo que hoy les parece incomprensible. “Se suele decir que contra Franco vivíamos mejor. No es del todo así. Tras la muerte de Franco hay una implosión en la izquierda que no es necesariamente negativa. Una izquierda opta por la Transición y por la Constitución y otra no y se mantiene al margen. Se dieron casos de gente que pasó de un partido a otro y recorrió todo el arco político en 6 años, de 1970 a 1976”, sonríe Carlos.

En un principio hicieron un listado “muy ambicioso” de más de 50 personas, “pero hay mucha gente que no quiere, no está disponible o no es accesible para nosotros”, explica Daniel. “lo que hemos hecho es muy interesante y nos gustaría seguir porque el objetivo no es solo hacer el documental, sino que las entrevistas se guarden en bruto en el archivo de Tudela y sean accesibles para quienes se quieran documentar. ¿Que de ahí nazca el documental? Perfecto”, añade Eva.

La responsable de las grabaciones, la imagen y el sonido es Amaya Salinas, una joven que acaba de terminar Comunicación Audiovisual en Salamanca, “en mi casa no ha habido una especial vinculación política. Cuando volví de Salamanca Eva me propuso que entrara en el proyecto y acepté por si puedo ayudar con mis conocimientos. Siempre me ha interesado la historia y por eso me acerqué, ahora estoy también en Tuteran Jai”.

"El objetivo es que las entrevistas queden en el Archivo Municipal para que todo el que le interesa la pueda consultar"

Eva Eliceche . Concejala de Contigo Tudela y miembro de Tuteran Jai

Uno de los aspectos que han descubiertos es “la cantidad de movimientos populares que había en Tudela y lo difícil que es abarcarlos todos. La cantidad de colectivos que existieron en cada barrio donde se trataban los problemas vecinales y cómo se preocupaba la gente por lo que le afectaba.”, explica Daniel, “uno de los objetivos es que la gente que está ahora en movimientos sociales conozca a quienes estaban en esas reivindicaciones entonces. Es una locura porque con cada entrevista salen nuevas ideas y personas”, añade Carlos.

Descubrir y conocer

La intención es recabar la memoria callada, aquella de quienes estuvieron en primera línea de las luchas sociales y que ahora llevan una vida retirada en una segunda fila sin que se sepa cómo trabajaron por Tudela. “Una de las cosas que más me alegró es que por fin he puesto cara a todas esas personas de las que habíamos oído hablar en nuestros círculos. No somos conscientes de la trayectoria de los movimientos en los que estamos y de dónde vienen. Me resulta emocionante”, afirma Eva.

Para Amaia, uno de las mayores sorpresas ha sido saber de la importancia que tuvo el colectivo ecologista Admar de Tudela y de su lucha contra el proyecto de la central nuclear junto al Ebro. “Fueron pioneros y en el año 1973 ya estaban haciendo cosas de una relevancia tremenda, fueron un referente en todo el estado. También la cultura, me pareció muy interesante cómo habían nacido muchos de los grupos y de las actividades que se hacen ahora, cómo empezaron y como han llegado aquí.”.

Carlos retrata la distancia generacional entre quienes hicieron la Transición y los jóvenes de ahora, “son 40 años, es la misma distancia que teníamos nosotros con quienes vivieron la Guerra Civil. Perdimos la oportunidad de documentar las vivencias de la gente que lo sufrió aunque en Tudela organizábamos cafés con represaliados y republicanos”.

"Nos incentivan a estar en el sillón, adormilados, y no en la calle, como hicieron nuestros padres, que es donde debemos estar"

Daniel Jiménez . Miembro de Tuteran Jai

Lejos de esa visión de la juventud acomodada y apolítica, Tuteran Jai huye de generalizaciones y reivindican la otra juventud. “Si tienes la información y tienes educación ves que puedes disentir y averiguar qué esta pasando, de dónde vienen ciertos derechos o de donde vienen las cosas”, analiza Amaia. “Para el joven que no está politizado es muy complicado coger compromiso militante porque nos están ayudando a dormirnos, a estar en el sillón con la televisión viendo series y no a pie de calle como tendrían que estar los jóvenes o como estuvieron nuestros padres”, añade Daniel.

Eva, edil en Tudela, ha vivido de cerca la presión de participar en política por una campaña que UPN abrió contra ella durante la campaña electoral, “el que la sociedad esté tan acomodada ha hecho que seamos una generación de cristal y la gente que disentimos somos juzgados. Si no te quejas, mal, si te quejas, peor, te dicen ‘¿cómo te vas a quejar si tienes todas las comodidades?’ Hay muchas cosas de las que quejarse. En Tudela porque Tuteran Jai sea un colectivo que promueva el euskera, lo apoye y fomente porque creemos que tenemos que vivir en una sociedad donde la cultura sea lo más amplia posible y las personas tengan el derecho a estudiar en la lengua que quieran, ya somos un colectivo proetarra. ¿Donde está el limite de la queja? Si te mueves te ponen sello. Si creas un movimiento feminista que no está vinculado con el Ayuntamiento ya es el colectivo feminazi”.

Más allá de las cuatro nociones que les dieron en el instituto y de que “había sido un período muy confuso” van descubriendo que “lo que nos vendieron de la Transición es falso. Te lo venden como algo muy positivo porque se venía de una Dictadura y la gente podía empezar a tener libertades, pero luego te das cuenta de que todo fue un engaño”, asegura Daniel.

Carlos, el veterano que sí la vivió y la luchó, matiza un poco sus conclusiones, “en el Ateneo decimos que ha habido personas que estuvieron entre los que aceptaron la Transición y otras que no. En los 80 nos parecía poco menos que una traición quienes aceptaron la Constitución y con el tiempo lo ves de una forma diferente. Lo que hace falta es tratar de rescatar el espíritu de entrega y de trabajo por lo colectivo. Lo vivimos como un drama pero, con el tiempo, esas cosas se van relativizando”.