La climatología ha respetado a los cerca de 1.400 peregrinos que han salido esta madrugada desde distintas localidades Riberas para en dos días recorrer los más de 120 kilómetros que separa a muchos del castillo de Javier. Desde Cortes, Fitero, Corella o Cintruénigo los más alejados, parten incluso el jueves para travesar de Éste a Oeste la Comunidad Foral. Los grupos más numerosos son, como otros años, los de Tudela (unos 330), Cascante (unos 165), Murchante (130), Fontellas (unos 40) y Ablitas (unos 90) que han realizado la primera parada en la ermita de El Yugo donde disfrutan de un pequeño descanso y un almuerzo donde la panceta, la chistorra, los huevos fritos y los cafés con lecha y carajillos son los reyes de la mesa.
Lo necesario para coger fuerzas para poder afrontar El Plano, en la mitad de Bardenas donde todo apuntaba que la lluvia y el viento pudieran hacer acto de presencia, a tenor de lo que se vislumbraba en el cielo. Por otras parte de la Bardena caminan también los de Corella y Cintruénigo (unos 50) o Cabanillas y Fustiñana. Carcastillo y el Monasterio de la Oliva en la mayoría de los casos son los puntos para pasar la noche en la mayoría de los grupos.
BUENA SALUD
El nuevo coordinador de las Javieradas en la Ribera, Javier Vicente, a sus 52 años, ha cumplido 45 javieradas sin faltar una, “comencé con 7 años cuando vine con mi padre y solo he faltado una vez que tuve anginas y la comencé en Carcastillo y otra que no me dejaron librar en el trabajo y a las 2 salí y enlacé con el grupo”. La ha realizado de todas las formas posibles, en bici con sus hijos muy pequeños, corriendo y andando, “hoy vienen dos de los tres hijos” ha señalado. “Después del Yugo es el tramo más pesado, no el más difícil. Es pesado porque se hace eterno hasta que lo atraviesas, pero mientras respete la lluvia y el viento estaremos bien”. A juicio de Vicente la Javierada goza “de buena salud” y tiene futuro entre las nuevas generaciones. “A la gente joven no la hacemos demasiado visible pero sigue estando y yo creo que tiene buena salud”, ha explicado.
Entre los peregrinos se encuentran tudelanos que han venido estos días a su ciudad para realizar la peregrinación como Mikel Arrizabalaga, que reside en Alemania, pero ha aprovechado su estancia en la Ribera para llegar hasta Javier y marcha con el grupo de Ablitas, aunque toda su juventud la pasó en Tudela.
Los de Ablitas, Cascante y Murchante parten a las 3 de la mañana y algunos dudaron en realizar el camino después del enorme aguacero que descargó en esa zona de madrugada, hasta las 2. Los de Monteagudo son más madrugadores y los de Tudela inician el camino junto al Ebro entre las 6 y las 6.30.
