Este martes 19 de marzo, se han cumplido 100 años desde que David Jaime, ferviente republicano y vasquista, redactó los estatutos de la Sociedad de Cazadores y Pescadores de Tafalla. Con el objeto de equilibrar la práctica de la caza con el desarrollo del ecosistema local, en ellos se comprometía a “hacer cumplir estrictamente la ley de caza y a su vez, fomentarla”, alegando que “con el abandono de unos y el poco escrúpulo de otros, se ve disminuir la caza de manera alarmante y de no poner coto a estos abusos, cercano está el día en que desaparecerá toda clase de caza y muy especialmente la de perdiz y conejo".

Formarían parte de la primera junta Generoso García, Francisco Andión, Vicente Zaratiegui, Félix Goñi, Serafín Esquíroz o Esteban Pérez, con Francisco Porta a la presidencia.

100 años después este sábado 23 de marzo la Asociación de Cazadores ha organizado una gran jornada festiva para celebrar el siglo de existencia, aunque las actividades del aniversario ya comenzaron con la exposición fotográfica que se realizó en febrero en el Kulturgune y la tirada al plato del pasado 16 de marzo. Así, por la mañana se llevará a cabo un reparto de pañuelicos y una gran foto de familia en la plaza. Después habrá una ronda matinal con la Txaranga Berriak que, tras la comida en El Olivar donde también habrá sorteos y regalos, volverá a sacar los instrumentos hasta bien entrada la noche. La velada terminará con un concierto de Chuchín Ibañez en el Informal.

El presidente

Javier Baztán Esquíroz es el actual presidente de la centenaria asociación. Cumple su sexto año a la presidencia, y anteriormente estuvo otros 8 cursos como secretario. Miembro desde hace más de 20 años, cuenta que la actividad de la asociación ha cambiado mucho desde sus orígenes, no limitándose actualmente a la caza o a los conteos, sino realizando también acciones por la mejora o la reforestación del coto tafallés. A su vez, insiste en que urge un relevo generacional, que coja con ganas esta actividad para que no se pierdan ni la afición, ni la conciencia sobre el entorno.

Javier Baztán, presidente de la Asociación de Cazadores. OLYMPUS DIGITAL CAMERA

“Mi afición viene de familia. Mi abuelo Serafín Esquíroz fue fundador de la asociación y después, mi abuelo Félix y mi tío Luis Txolas me la inculcaron a mí”, explica Javier. “El enfoque de la caza ha cambiado mucho durante los años, antes se trasmitía de padres a hijos y se basaba en llevar alimento a casa, ahora se ve más como una práctica deportiva”, aclara, alegando que “la gente joven ya no se interesa tanto por ella, tiene otras aficiones y de 40 para abajo habrá poco más que una docena de chavales y alguna chavala practicándola activamente”.

La actividad

La asociación, que cuenta actualmente con 209 miembros, se centra en organizar las diversas temporadas de caza, facilitando el calendario a los aficionados. Esta se desarrolla principalmente de agosto a febrero.

Por otra parte, la asociación también organiza campeonatos deportivos, como el San Humberto que se ha organizado varias veces en Valmayor, y que consta de pruebas deportivas de caza sin muerte (sin escopeta), con perros de pluma o perros de rastro y mediante la cual se puede acceder a competir en otras pruebas estatales.

Plan de Ordenación Cinegético

De marzo en adelante se realizan las actividades establecidas por el Gobierno de Navarra para cumplir con el plan de ordenación cinegética para cotos públicos y privados, que básicamente se trata de conteos de especies para calcular o estimar la caza estipulada para la próxima temporada.

El coto de Tafalla (Acotado 10.478), que es propiedad del Ayuntamiento cuenta con 10.000 hectáreas de terreno cazable y es uno de los más amplios e importantes de Navarra. “Cada coto tiene su plan cinegético y sus directrices”, aclara el presidente.

Las autorizaciones para las batidas se dan en base a los problemas que los animales causan sobre todo en terrenos agrícolas, donde predominan los daños producidos por conejos y jabalís. “Entre el Gobierno, Ayuntamiento, agricultores y nosotros vamos viendo donde hay daños”, cuenta Baztán.

Grupo de Cazadores, septiembre de 1925

“También está el tema de las enfermedades, como la vírica y la mixomatosis, muy extendidas por los conejos que principalmente vienen de la Ribera, donde ha habido gran creación de infraestructuras como el TAV, autovías o polígonos industriales. A causa de ello ahora se está extendiendo mucho por aquí, es una verdadera plaga. El jabalí, en cambio, se concentra más en el Monte Plano y las pocas piezas que hay de maíz”, aclara Javier.

El presidente explica también cómo la caza sirve para frenar la zoonosis, un grupo de enfermedades animales que son transmitidas al ser humano u otros animales por contagio directo. “La paloma transmite por ejemplo muchas enfermedades a animales de ganado y pueden suponer grandes problemas”, aclara Javier.

Cuidado del entorno

Durante los últimos años los cazadores han sabido reinventarse. En marzo, la asociación hace también otro tipo de actividades orientadas a mantener el ecosistema, según explica Javier. “Hacemos limpiezas, desbroces, se cuidan plantaciones de árboles que hemos realizado con los colegios, cortafuegos, orillos de caminos, siembras para la avutarda, se va a los puestos a recoger las vainas (los cartuchos gastados), se renuevan las señales, etc.

“Por otra parte, la caza furtiva prácticamente es inexistente, ya que además de que las sanciones te pueden llevar a la cárcel, todos somos conscientes de que hay mucha menos caza que antes”, explica.