Un grupo de usuarias de las piscinas públicas de Tudela han enviado una carta en la que protestan por el cierre de las piscinas de verano del Ciudad de Tudela que ha decidido el equipo de gobierno de UPN. Como vecinas muestran su “enérgica queja” ante la decisión del Ayuntamiento de Tudela y pide que reconsideren la medida del cierre y den paso para parchearlas, abrirlas en verano y cerrarlas cuando acabe la temporada el próximo mes de septiembre. “Solicito, de todo corazón, que esta queja llegue a oídos receptivos y que se tomen medidas concretas para abordar esta crisis en las instalaciones de recreo de nuestra ciudad. Que se pueda parchear la situación para su próxima apertura este verano 2024 y el 1 de septiembre que se cierren por el final de temporada, se planifique las obras definitivas pertinentes. Los residentes de Tudela merecemos espacios públicos seguros y bien mantenidos donde puedan disfrutar del verano y llevar un estilo de vida activo y saludable”.

La carta, dirigida al alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, está firmada por siete usuarias Alicia Sesma, Sara Parrilla, Merche Calvo, Eva Domínguez, Raquel Domínguez, Ana Domínguez y Rosa María Martínez y en ella recuerda que Tudela, con sus 37.000 habitantes contará este verano solo con una piscina municipal pública “con capacidad para aproximadamente 1.500 usuarios”. Por este motivo señalan que “es evidente que estas instalaciones han ido deteriorándose progresivamente año tras año, sin recibir inversión alguna y quedando abandonadas hasta volverse irremediablemente inviables. Es frustrante constatar, que a pesar de conocerse los problemas, no se ha tomado ninguna medida para abordarlos. Además, resulta especialmente indignante recordar que en el año 2022 se recibió una subvención para la reparación de las piscinas y no se realizó ninguna actuación al respecto o insuficientes”. Las autoras acusan a los concejales y concejalas del equipo de gobierno de no ser usuarios de estas piscinas lo que “me hace cuestionar si el hecho de que no utilicen estas instalaciones significa que les importan aún menos que nada, ni las piscinas ni la gente que somos asiduas ahí. Resulta desolador ver cómo estas infraestructuras, que en algún momento fueron un punto de encuentro y recreación para la comunidad, ahora se desmoronan gradualmente ante la falta de interés y acción por parte de las autoridades pertinentes. La falta de visión a largo plazo y el desinterés por el bienestar de los ciudadanos es evidente en esta lamentable situación”.