Mendixurbe, un paraíso para los perros, busca la excelencia también con los gatos

 “En el incendio de Valencia murieron unos 60 gatos y unos 40 perros”, observa Javier Senar, emprendedor de Etxarri Aranatz que hace poco más de un año, en marzo de 2023, abrió el Hotel canino Mendixurbe txakur egoitza, un paraíso para los perros. Ahora ha dado un paso más y ha habilitado una pequeña residencia felina en el otro extremo de las instalaciones. Lo cierto es que los gatos son unas mascotas que apenas se ven en la calle, animales independientes que se adaptan a las casas y no necesitan tanto espacio como los perros. “A un gato se les puede dejar solos 2-3 días. Más tiempo empieza a manchar todo y no hay que obviar que también notan la ausencia y lo demuestran. Hay demanda de residencias de gatos”, apunta, al tiempo que señala que ya tiene reservas de cara al verano. 

Una vez que estaba encaminada la residencia canina, con 10 confortables habitaciones y una parcela de 7.000 metros cuadrados con zonas para jugar y correr e incluso una piscina en un entorno privilegiado, con vistas a Beriain y las tres sierras que rodean Altsasu, es decir, Urbasa, Altzania y Aralar, se puso con las obras de la zona para gatos, totalmente independiente. “Estuvimos mirando mucho en internet y visitando otras residencia, y al igual que con los perros, hemos puesto lo que más nos gusta”, cuenta, al tiempo que recuerda que era una idea que barajó desde el principio, por lo que reservó un espacio. 

Son seis habitaciones de 1,40 de largo por 1,10 metros de ancho cada una, con rascadores y zonas de juegos además de sus areneros. Al igual que en las estancias de los perros cuentan con webcam, suelo radiante y ventilación forzada para regenerar el aire. “Son suites con todo tipo de comodidades”, destaca. También disponen de un espacio exterior cerrado orientado al suroeste para sacarlos a ratos cuando sale el sol. “A los gatos les gusta el calorcito”, apunta Senar, contento del nuevo rumbo que ha dado su vida. 

Y es que dejó su trabajo de albañil para dedicarse a una de sus pasiones, los perros y los animales en general. “Aunque aquí también tengo que trabajar mucho, es menos duro. Ya empezaba a tener problemas con las rodillas. Ahora meto más horas pero estoy feliz”, asegura. Y es que ofrece servicio 24-7.

En estos 14 meses de andadura Senar se ha hecho con una clientela fija, sobre todo de Navarra, Gipuzkoa y Álava pero también de Bizkaia, Catalunya o Andorra, por citar algunas de las procedencias de los clientes. De hecho, estos días están en el hotel tres perros de Madrid. “Su dueño tenía que viajar a Vitoria y miró diferentes residencias y le gustó Mendixurbe”, recuerda. Asimismo, señala que cada vez llegan más clientes recomendados por otros. “El hotel es pequeño, familiar porque ante todo buscamos el confort del animal, con una atención personalizada adaptada a sus necesidades”, incide.

Como en los hoteles de humanos, Mendixurbe también tiene temporada alta con todas las plazas ocupadas “pero el año es muy largo”, destaca, y de momento, se las arregla él solo en la gestión de esta residencia canina y ahora también felina, eso sí, con el respaldo familiar.