El domingo de las fiestas del Puy de Estella-Lizarra se caracterizó por la oferta taurina de su programa. Dos encierrillos y otros dos encierros que acabaron con sendas sueltas de vaquillas en la centenaria plaza de toros por la mañana y por la tarde. Un albero que ha visto reducida su capacidad hasta los 2.100 espectadores permitidos en la nueva normativa. 

El encierrillo de la mañana registró el herido más grave: fue C.C.N., un habitual corredor de los encierros de Estella y Pamplona que fue golpeado en la cabeza por el morlaco. La herida requirió su traslado hacia el hospital García Orcoyen donde le practicaron varios puntos de sutura. 

En el encierro de la mañana también hubo un atendido por la coz de una de las reses en la cuesta de Entrañas, un punto donde varios jóvenes volvieron parte del ganado en tres ocasiones. 

Buen ambiente y normalidad

Con todo, desde Policía Municipal se aseguró que la madrugada del sábado al domingo fue una noche tranquila dentro de la intensidad habitual de las fiestas “no hubo peleas ni acciones violentas”, aseguraron desde la policía. 

Una noche muy intensa que comenzó con la kalejira con la electrocharanga Ardo Usaie desde las txoznas y a la que se unieron los casi 700 comensales de las plaza de los Fueros. Uno de los rincones más vibrantes de la noche estuvo en los conciertos del viejo frontón Lizarra donde primero se escuchó a los Dj, Bolo y Breaking the night, y posteriormente actuaron los grupos La Pirenaica, Ezkutu, The Whaler y cerró la noche el Dj Salda Dago. 

Las fiestas finalmente, acabaron con la actuación de los gaiteros en la plaza de los Fueros donde un toro de fuego puso fin a las fiestas del Puy de la Vieja Lizarra.