Los principales acusados del intento de asesinato a machetazos de un joven en el barrio de San Jorge de Pamplona, en el verano del año 2021, se han declarado culpables de los hechos que se les imputan en el comienzo del juicio en la Audiencia Provincial de Navarra. Entre ellos están Erick Band R.S. y Juan Carlos R.S., que cometieron la agresión para vengar otra agresión previa sufrida por su padre a manos de la víctima.

En el comienzo de la vista, en la Sección Segunda, estos dos varones, junto a un tercer acusado y una acusada, se han mostrado conformes con los hechos recogidos por la fiscal en su escrito de calificación, tras haber alcanzado un acuerdo sobre las penas que les impondrán.

Por el contrario, otros dos acusados domiciliados en Zaragoza, y que supuestamente viajaron a Pamplona para ejecutar el ajuste de cuentas que se enjuicia, han negado su participación en los hechos y se han declarado inocentes.

El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente un total de 251 años de prisión para ocho acusados (siete varones y una mujer) detenidos por la Policía Municipal de Pamplona y la Policía Nacional, como autores de un delito de asesinato en grado de tentativa y pertenencia a organización criminal por haber intentado matar a machetazos a un joven en el barrio de San Jorge de Pamplona en el verano del año 2021.

En venganza

Según consta en el escrito de calificación provisional, con el que se han mostrado conformes cuatro acusados, en el fin de semana de los días 17 y 18 de julio de 2021, dos jóvenes que residían en el barrio de San Jorge protagonizaron un incidente violento contra el padre de dos de los principales acusados, Erick Band R.S. y Juan Carlos R.S., en el que le agredieron y le causaron lesiones que no fueron denunciadas.

Esta agresión física "indignó y enfadó" a los anteriores acusados que decidieron vengarse de los responsables de dicha agresión física a su padre. Para ello, telefonearon al ex líder de la banda latina Blood 901 y que tenía contactos con otras bandas hermanadas, y le manifestaron su deseo de vengar la agresión de su padre, por lo que le pidieron se pusiese en contacto con los líderes de la organización criminal Panther de Zaragoza, para que éstos enviasen a varios miembros de su banda para matar a los dos jóvenes que habían agredido a su padre.

Para ello, el 19 de julio concertaron una reunión en Zaragoza, en la que Erick Band R.S. y Juan Carlos R.S. convinieron que miembros de la banda Panther de Zaragoza se trasladasen a Pamplona para ejecutar a los dos jóvenes de San Jorge a cambio de que los de Pamplona, como contraprestación, en un plazo máximo de 15 días, se trasladasen a Zaragoza a cometer un delito.

Encapuchados

De este modo, el 23 de julio de 2021, sobre las 21.30 horas, Erick Band R.S. telefoneó a uno de los dos jóvenes para pedirle explicaciones sobre lo sucedido y citarse con ellos en la calle. En el momento que los dos varones se dirigían al encuentro concertado, el acusado hizo un gesto y súbitamente, otros dos procesados y un menor de edad, José Daniel G.N. y Jefferson Alexander M.C., que "se encontraban ocultos, al acecho, todos con capuchas y con la cara tapada y oculta, y debidamente pertrechados con armas blancas de grandes dimensiones, con ánimo de acabar con la vida de ambos, se abalanzaron sobre ellos y comenzaron a acometerles a machetazos".

Los cinco acusados, "todos puestos de común acuerdo y con idéntico ánimo letal y de acabar con su vida, juntos y a la vez, y con múltiples armas blancas de distintos tamaños y características, siendo varias de ellas de tipo machete o un cuchillo grande y pesado, propinaron y lanzaron hacia uno de los jóvenes múltiples lances y machetazos sobre distintas partes del cuerpo, que algunos llegaron a impactarle y otros no". Mientras los acusados encapuchados acometieron "con brutalidad y violencia" al joven, Erick Band R.S. les jaleaba diciéndoles "mátalo, mátalo".

Gracias a los gritos de varios testigos, los atacantes se dieron a la fuga y la víctima pudo refugiarse en el portal del edificio en el que vivía, para ser trasladado luego al Hospital Universitario de Navarra (HUN), donde permaneció varios días para recuperarse de las lesiones que había sufrido, entre ellas, la pérdida de parte del cráneo, con múltiples heridas y secuelas.

El Ministerio Fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa, "hecho cualificado por la alevosía; precio, recompensa y promesa"; y de un delito de organización criminal. Por ello solicita condenas que oscilan entre los 37 años y los 33 años de prisión para los siete principales acusados, mientras que para la única mujer procesada solicita 5 años de cárcel.