El horizonte de Santacara está marcado por el trazo vertical de los restos de una torre que resiste sobre una colina. Sin embargo, este pueblo de la Zona Media esconde secretos metros más abajo: en el yacimiento que revela los restos de la Ciudad Romana de Cara, activa del siglo I a.C. al IV d.C. Para resaltar su valor y darlos a conocer a aquellas personas despistadas que todavía no saben de su existencia, la localidad organiza anualmente el Día de Cara, del que este domingo 9 de junio se celebró la decimoquinta edición. 

La jornada comenzó, puntual, con el alimentum et vinum y la apertura del mercado romano, aunque la verdadera acción se desarrolló a partir de las 11.30, cuando el grupo de reconstrucción histórica Cohors Prima Vallica procedía con juegos y demostraciones sobre metrología y la ciencia de las mediciones en la antigua Roma, y el grupo de teatro local Ensayo a las nueve, se vestía para interpretar la vida cotidiana de los vecinos en el yacimiento mientras un experto arqueólogo realizaba la visita turística al punto de interés.

“Esta actividad es lo más novedoso de esta edición, y en mi caso estoy recreando la escena del mercado: era típico vender el alimentum o los productos del campo junto a flores. Por otro lado, otras compañeras me están trayendo agua del pozo mientras los y las niñas se divierten jugando o bailando”, explicaba Ana Iturre, vecina de Santacara y miembro del grupo de teatro. “Aunque en su momento fuera un lugar de mucha importancia, hoy en día Santacara es un pueblo muy pequeño y alejado de todo. Por lo que, que se hagan este tipo de actividades supone ponernos en el mapa, que se conozca nuestra tradición y nuestra historia”, añadía Ana.

La mañana concluyó con el ya tradicional el Ludus gladiatorius o exibición de armas y armaduras y el combate entre gladiadores. Una actividad que año tras año acapara todas las miradas de las personas que se acercan a conocer el pasado romano de Santacara.