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Un pasado de esfuerzo y un presente de celebración en el Día de la Trilla de Salinas de Ibargoiti

25 años desde que se creó ‘La Sociedad de la Trilla” para rememorar las antiguas labores agrícolas | Una jornada llena de tradición y nostalgia que atrae a jóvenes y mayores

En imágenes: Día de la Trilla en Salinas de IbargoitiOskar Montero

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Salinas de Ibargoiti, situado al pie de la Higa de Monreal, mantiene viva una tradición ancestral a través del Día de la Trilla. Este evento conmemora una práctica agrícola que fue fundamental para la comunidad antes de la llegada de las cosechadoras modernas. La trilla, que consistía en separar el grano de la paja, se realizaba manualmente o con la ayuda de animales. Con la industrialización, estas técnicas quedaron en desuso, pero el pueblo decidió recuperarlas en 1997, formando la Sociedad de la Trilla.

Cada año, el último domingo de julio, el pueblo recrea estas labores del campo, ofreciendo a los asistentes una experiencia directa con el pasado. Esta actividad, que inicialmente era una tarea esencial para la subsistencia, se ha transformado en un evento cultural y educativo. Aquí, mayores y jóvenes se reúnen para participar en la siega manual y observar el funcionamiento de antiguas máquinas agrícolas. Este domingo, Salinas de Ibargoiti revivió la vida rural con una serie de actividades que conectaron a los asistentes con tiempos pasados. Ignacio Valencia, miembro de La Sociedad de la Trilla, quien ha estado involucrado desde la primera edición del evento, compartió que el festival comenzó hace 25 años cuando se dieron cuenta de que sus hijos, entonces adolescentes, no sabían qué era la trilla. “Conseguimos unas máquinas y organizamos la primera demostración. Salió tan bien que al año siguiente se volvió a celebrar, y ahora, después de 25 años, es un día muy especial para el pueblo”.

La jornada comenzó con la siega a mano, donde los participantes usaron hoces para cortar el trigo, evocando el laborioso trabajo de antaño. Luego, una máquina segadora antigua mostró cómo ataba el trigo en gavillas, recordando el progreso que marcó el final de una era agrícola.

Valencia comentó la importancia de la colaboración comunitaria: “Si no fuera por la colaboración del pueblo, no se podría hacer esto. Es un pueblo que, no solo para esta ocasión, sino para otros eventos, estamos muy unidos” Añadía que para el es “un día bonito”, y que es como una prolongación de las fiestas del pueblo que se celebran una semana antes.

Durante la trilla, se exhibieron tractores y autos antiguos, ofreciendo una ventana a la evolución tecnológica del campo.

El Día de la Trilla se ha consolidado como un evento emblemático, uniendo a la comunidad en torno a una tradición que sigue viva en el corazón del pueblo. Este festival fortalece los lazos entre generaciones, ofreciendo una oportunidad para recordar y compartir el esfuerzo y la dedicación que caracterizaban el trabajo en el campo. La jornada no solo es una celebración de la historia, sino también una reafirmación de la identidad comunitaria de Salinas de Ibargoiti y sus alrededores.