Los representantes sindicales de la Policía Municipal de Tafalla (CCOO y UGT) solicitan, a petición de la plantilla, la dimisión del jefe del cuerpo debido a los continuos enfrenamientos desde que éste tomase posesión de la jefatura.

Desde que el nuevo jefe tomase posesión del cargo, "los trabajadores vienen sufriendo una serie de comportamientos y decisiones arbitrarias, improcedentes e injustificadas por parte del jefe de policía, que perjudican el buen funcionamiento del servicio policial". Estas conductas han afectado negativamente a la plantilla, provocando "un ambiente laboral tenso, con un sentimiento general de desmotivación y un deterioro de la moral de los trabajadores y trabajadoras", denuncian los sindicatos en un comunicado.

Por otro lado, desde jefatura, se han retirado de forma unilateral, derechos recogidos en el acuerdo colectivo, todo esto "sin ningún tipo de negociación ni información previa a la plantilla".

Unido a lo anterior, la plantilla denuncia "constantes cambios de criterio y órdenes verbales erráticas dictadas durante el servicio, lo cual ha generado una total y absoluta falta de confianza en la jefatura".

Estos conflictos, "unidos a la mala gestión de la jefatura", han provocado que los turnos con un solo agente y cerrados sean habituales en Tafalla. Lo que está provocando una tremenda preocupación entre los trabajadores y trabajadoras, llevando todo ello a una "crisis de confianza insostenible", exponen CCOO y UGT.

"Este choque constante, está ocasionando el impedimento del desarrollo profesional de los agentes y la ejecución efectiva de sus tareas, lo que se traduce en el empeoramiento del servicio al ciudadano. Los representantes piden al Consistorio que se inicie una negociación con el comité de personal para abordar seriamente el cumplimiento del acuerdo colectivo vigente", concluyen.

Rebelión en el cuerpo

No es la primera vez que varios policías actúan contra su jefatura en Tafalla, como fue el caso de las insignias oficiales que regalaron a Daniel Esteve, dirigente de la organización parapolicial Desokupa, o las banderas españolas colocadas en los vehículos durante las vigías de la pandemia.

Ante tales circunstancias, amparadas por los recovecos de la Ley Mordaza que, en ocasiones, sitúa la palabra del agente por encima de su propio jefe (el alcalde, y en última instancia, el pueblo), en la Ciudad del Cidacos no pocos vecinos tienen la sensación de que la Policía Local "tiene libertad para hacer lo que le da la gana".