La mesa de Izal en el Valle de Salazar este sábado se hizo grande. El pueblo en el que habitan 20 vecinos y vecinas a diario la compartió con el valle al que acogió para celebrar su tradicional Urruxkide Eguna, el encuentro de todos sus pueblos vecinos. 

“Este día significa arraigo, valores, unión de los pueblos y corazones”, expresaba con firmeza Cristina Ballaz Sarriés, vecina de Izal y portavoz de la organización. También la emoción y el esfuerzo para sacarla adelante “con la ayuda del concejo (40 personas) y del voluntariado de la fiesta. Y es que, recibir a todo el valle en este pueblo tan pequeño supone un despliegue importante. Pero ha merecido totalmente la pena”, declaraba.

Fanfarre del valle de Salazar en el desfile por Izal. Marian Zozaya

Una emoción compartida por las 15 villas y tres quiñones que componen el valle salacenco. Ayer despertaron al son de todas las músicas del valle: fanfarre, rondalla, txistus y gaitas recorrieron pueblo a pueblo para anunciar el día. “¡Con qué gusto reciben la música los pueblos pequeños!, constataba Zelaida Biurrun, de la rondalla del valle.

Las calles impecables y su frontón que lucía recién pintado acogieron desfile y acto central, en una muestra de su identidad y cultura.

Neskak de Jaurrieta bailan Axuri Beltza. Marian Zozaya

La comparsa txiki del valle introdujo vistosas danzas de Jaurrieta y de Otsagabia y bertsos al empeño de Izal y a “su poderío “en la organización del día, a la esencia y a la unión del Salazar, de Xabier Díaz Esarte, recitados por él en euskera e interpretados por Zaraitzun Kantuz al compás de la rondalla. 

Resistencia

La jornada de manifiesta identidad y de resistencia al abandono de la vida en los pueblos pirenaicos, se engarzó en esta edición con la lucha del pueblo palestino y la defensa de sus tierras.

El presidente de la Junta del Valle Gustavo Goiena agradeció a Izal y a la organización y cedió su palabra a Lidon Soriano (Yala Nafarroa con Palestina) invitada con Mohamed. Pidió esta ir más allá de la protesta “ pasar a la acción por el pueblo palestino y por todos los pueblos colonizados y los que, como estos, se van quedando despoblados. Pueblos en resistencia, resumió la incansable activista, al tiempo que agradeció la oportunidad y la acogida. 

Juventud

El reconocimiento Aiert Otsoa, a personas o colectivos que trabajan por el valle fue para la juventud, “impulso actual y garantía del futuro del valle” por su dedicación y compromiso con los pueblos. Lo recogieron en grupo representantes del gaztetxe Idorrotxi, jóvenes que resumieron su labor de dos años e invitaron a conocerles.

La juventud del gaztetxe Idorrotxi recoge el Aiert Osoa. Marian Zozaya

Con el acto central de emparejamiento de familias y el sorteo e intercambio de las llaves de las casas entre los pueblos, el baile de la bandera (Garazi Pérez y Enrique Narvaiz) y cantos del Orhiko Txoria y Zaraitzuko Ibarra fueron otros momentos de la fiesta seña de identidad,de refuerzo entre sus habitantes; una jornada festiva y de reivindicación.