La expresión en euskera “Alo, mogie!” (¡Venga, muévete!) solía escucharse en los pueblos del valle de Erro para animar a una persona cuando estaba parada. Precisamente de ahí ha cogido el nombre el emprendedor Aritz Carballo Ernaga, de 32 años, para su proyecto Mogiegym, un innovador gimnasio móvil que va a comenzar este verano a recorrer localidades del Pirineo con un objetivo claro: acercar el ejercicio físico a todas las personas de los valles de Erro, Arce, Aezkoa y los pueblos de alrededor, sin importar su edad ni su condición física.
Natural de Aurizberri-Espinal, este técnico deportivo de la Oficina de Gestión Cultural y Deportiva Auñamendi, ha puesto en marcha el gimnasio por su cuenta con la ilusión de “ayudar al máximo de gente posible”, incluso a quienes creen que el ejercicio no es para ellas. “Me inspiré en personas como mi aita a las que no les gusta hacer ejercicio y pensé que un proyecto así podría atraer. Al final, es llevar un servicio innovador y de calidad cerca de casa para que gente más sedentaria ya no tenga ninguna excusa”, explica, confesando que la idea original partió de un proyecto a largo plazo de un futuro gimnasio físico en Auritz/Burguete.
Fuerza funcional
Así, consciente de la gran dispersión geográfica que hay en el Pirineo, Aritz paseará este verano su gimnasio móvil, una especie de carro en cuyo interior lleva todo el material necesario para impartir sus clases como barras olímpicas, discos bumper, mancuernas, pesas y otros soportes.
De momento, desde el 14 de julio hasta el 12 de septiembre ha planteado sesiones semanales de lunes a viernes de cross training y de gimnasia de fuerza, adaptadas a cada nivel y para todas las edades, con precios que oscilan entre 63 y 125 euros. “El trabajo de fuerza funcional es el que mayor evidencia científica tiene en cuanto a beneficios para la salud. Se trata de que el tiempo que entrenemos, sea lo más eficiente y provechoso posible”, asegura Aritz. Así, quienes se animen a participar (inscripciones hasta el 7 de julio en el móvil 623289063), podrán escoger entre gimnasia de fuerza, más centrada en desarrollar la fuerza muscular con ejercicios que fortalecen y activan partes debilitadas del cuerpo, o el cross training, que combina dinámicas de fuerza, resistencia, cardio y movilidad. “La gimnasia de fuerza está más enfocada a personas mayores porque se hacen ejercicios parecidos a los de pilates con movimientos como sentadillas o el puente glúteo y, en cambio, el cross training es más atractivo para jóvenes porque se adapta la intensidad, se tiende a coger más peso y a trabajar con tiempos”, reconoce.
Y todo ello, con el valor añadido de poder disfrutarlo en entornos naturales únicos como Sorabil, la orilla del río Irati en Aribe o los alrededores del Palacio de Arce, y también en pueblos como Aurizberri-Espinal, Villanueva de Arce o Abaurrea Alta. En caso de mal tiempo, las clases se trasladarán a los frontones. “Es un plus. Estamos en un entorno que tiene una riqueza natural increíble. Cuando hace buen tiempo, nos da más pereza meternos dentro de un gimnasio, pero es una gozada poder hacer ejercicio al aire libre, rodeado de naturaleza, socializando y escuchando los pájaros”, reconoce, convencido de la herramienta poderosa del medio natural para mejorar la salud física y mental de las personas.
Con esta nueva adquisición, Mogiegym ya se ha convertido en el primer gimnasio móvil de Navarra y, según afirma, sólo existe otro más en Jaén, por lo que sería el segundo gimnasio del Estado de estas características.
Pero el camino hasta llegar aquí no ha sido nada fácil, como no lo es el camino de ningún emprendedor en un medio rural. Tras una importante inversión, le han denegado varias subvenciones por no cumplir requisitos y se ha visto obligado a financiarse gracias a acuerdos publicitarios con empresas locales privadas y al respaldo de asociaciones y entidades locales, que ceden espacios y colaboran en la difusión. “Estoy muy agradecido a las empresas colaboradoras por sus aportes publicitarios. Sin su financiación, hubiese sido imposible este proyecto”, admite.
Con esfuerzo, ilusión y con la energía del “Alo, mogie!” resonando entre los montes y pueblos, Mogiegym empieza a rodar, acercando salud, movimiento y bienestar a cada rincón del Pirineo. Porque no sólo es un gimnasio sobre ruedas, sino una muestra más de que en el mundo rural también se pueden levantar con pesas grandes proyectos como el de Aritz, que ha sabido transformar esfuerzo en oportunidad.