La Asociación de Jubilados Nuestra Señora de Orreaga celebró este pasado sábado su tradicional Fiesta del Socio, una cita muy especial que este año rindió homenaje a seis personas que cumplen 85 años, a tres parejas que celebraban sus bodas de oro y a un matrimonio que conmemoraba sus bodas de diamante. Además, este año, la asociación, de la que forman parte 330 personas de los valles de Erro, Aezkoa, Arce/Artzibar y las localidades de Auritz/Burguete, Luzaide/Valcarlos y Orotz/Betelu, ha nombrado socios honoríficos a las 40 personas mayores de 90 años que forman parte de la entidad.
La jornada comenzó con una misa oficiada por el prior Bibiano Esparza en la Real Colegiata de Santa María de Orreaga/Roncesvalles, con la colaboración de la Rondalla Jus La Rocha, que interpretó al final un concierto, y seguida de la entrega de placas y flores a los y las homenajeadas.
Menos homenajes
En esta edición de la Fiesta del Socio, recibieron un reconocimiento especial Joaquina Lázcoz Urtasun, de Abaurregaina/ AbaurreaAlta; María Jesús Elizalde Elizagaray, de Aria; Martín José Erro Eugui, de Arrieta, recientemente fallecido; Francisca Zabala Larralde, de Olondriz (la cual no pudo acudir); María Jesús Galar Arrieta, de Luzaide/Valcarlos (que tampoco pudo asistir), y José María Goñi Echapare, también de Luzaide/Valcarlos, por cumplir 85 años durante el año 2025.
También fueron homenajeados tres matrimonios que celebraban sus bodas de oro, es decir, 50 años de casados: José María Goñi Echapare y María Asunción Arricaberri Camino, de Luzaide/Valcarlos; Vicente del Río Zazón y Sagrario Bayones Remondegui, de Hiriberri/Villanueva de Aezkoa; y José Ignacio Ubau Balda y Karmele Galartza Larrayoz, de Aribe, que salieron al altar tras un irrintzi.
Además, se rindió homenaje a Pedro Joaquín Goñi Echapare y María Sagrario Mendaza Martingazte, de Luzaide/Valcarlos, por sus bodas de diamante tras haber celebrado su casamiento el 8 de octubre de 1965. “Hemos tenido menos homenajes, pero eso es cuestión del año. Sin embargo, es un día en el que nos juntamos muchas personas; a esta fiesta viene la mayoría de la gente”, reconocía la presidente de la Asociación Esther Urbelz.
Ambiente festivo
La comida, servida por el Catering Santamaría, tuvo lugar este año en el frontón de Auritz Burguete, habiéndose celebrado durante años en la vecina Aurizberri/Espinal. Según explicó Urbelz, el cambio de ubicación se debió a que el bar Ederrena contiguo al frontón de Aurizberri-Espinal se encuentra actualmente cerrado y también “por volver un poco a los orígenes de la fiesta, que tradicionalmente comenzó celebrándose aquí”. No obstante, señaló que “no descartamos volver a Espinal en próximas ediciones”.
En la comida, en la que participaron 130 personas, el ambiente fue festivo y de reencuentro, con un sorteo de regalos y un baile animado por el grupo May, que puso el broche final a una jornada llena de emoción y gratitud hacia las personas mayores del Pirineo. “Estamos muy contentos. A pesar de que se van yendo muchas personas, también va entrando gente nueva y logramos mantener un buen número de socios y socias”, concluía la presidenta de la Asociación.