El pasado sábado se celebró una vez más, y ya van 20, la festividad de Gizakunde, fiesta recuperada por la asociación Jo ala Jo Kultur Taldea, que, junto con Erratzuko Kultur Elkartea, organiza cada año la fiesta que cada vez cuenta con más adeptos. Gizakunde formaba con Emakunde y Orakunde el trío festivo anterior al carnaval. Las tres fiestas se celebraban los tres jueves anteriores a carnaval. Gizakunde era la fiesta de los hombres, Emakunde la de las mujeres, y Orakunde, la fiesta de todos. Con el paño de los años Gizakunde y Emakunde se perdieron, pero Orakunde se mantuvo, fiesta donde los niños y niñas han seguido siendo, y son, los protagonistas, junto con los gallos. Orakunde, también llamada Egun Ttunttun, se celebraba el día de jueves gordo, pero como hubo una época en que no había suficientes músicos para celebrar la fiesta el mismo día en los 15 pueblos de Baztan, pasó a celebrarse en días distintos, aunque la mayoría de los pueblos lo mantienen el jueves o el miércoles. La semana que viene se celebrará Orakunde, pueblo por pueblo, con juegos para niños y niñas, comidas, bailes, y el tradicional Oilar Jokoa, donde los más pequeños, con los ojos tapados y armados de una espada de madera, tratarán de dar con el gallo. Emakunde se recuperó con la participación de mujeres y hombres, aunque hoy por hoy tampoco se celebra. El que se celebra todos los años desde que se recuperó, es Gizakunde, que se celebra entre Erratzu y Arizkun, con participación de hombres, mujeres (principalmente), pero también participan niños y niñas.

El sábado, una vez más, esta espectacular fiesta que se comienza conforme la noche cae, reunió a los mozorros zuris, beltzas, los joaldunak venidos desde Bizkaia (Ortuellako Polunpak, que participan en Gizakunde además de la Kirikoketa eguna, entre otros), los sagardantzaris, y el hartza y hartzazain (oso y cuidador del oso), acompañados de varios músicos, festejaron Gizakunde, como siempre, cada vez con más participación, aunque con alguna novedad respecto a anteriores ocasiones.

LA FIESTA Los últimos años, desde la recuperación de la tradicional festividad, la fiesta comenzaba en Arizkun, para acabar en Erratzu (alguna vez se ha realizado en Elizondo). Este año ha sido a la inversa. El sábado al mediodía varias docenas de comensales se reunieron en la sociedad Etxelebert de Erratzu, y tras una larga sobremesa (se alargó bastante), y tras sumarse más participantes, cada uno ataviado con su mozorro, comenzaron una kalejira por las calles de Erratzu, tras los sagardantzaris y Jantzilo, personaje que representa el mal, y que desconocía el futuro que le esperaba en el vecino pueblo de Arizkun (era vox populi que lo quemarían), a donde se dirigió la comitiva, por el camino del cementerio. El oscuro camino que une ambos pueblos fue alumbrado por las antorchas que portaban los participantes, animada por la música y el buen ambiente reinante.

Una vez llegados a Arizkun, de noche, tras recorrer las calles del pueblo, los participantes se reunieron en la plaza, donde tuvo lugar el juicio a Jantzilo, quien, como se esperaba, fue declarado culpable y quemado en la hoguera. Tras bailar alegremente el zortziko en torno a él, hecho cenizas, todo el mundo sintió una gran alegría, pues quemado Jantzilo, el mal había sido vencido. Para recobrar fuerzas, hubo después una cena en la sociedad de Arizkun, y luego la fiesta se prolongó en Gamioxarrea, sede de Jo ala Jo.

Recuperación. La asociación Jo ala Jo Kultur Taldea recuperó la antigua tradición de celebrar Gizakunde.

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Años ha cumplido Gizakunde, con una gran participación.