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La Feria de Navidad salta al ruedo

Como cada año, desde el día de San Saturnino hasta el seis de enero, el mercado de la Plaza de Toros de Pamplona ofrece una gran variedad de productos artesanales en los más de cincuenta puestos que ofrece gastronomía, moda y joyería

Fotos de la feria de Navidad en la Plaza de TorosIñaki Porto

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Como todas las navidades desde hace más de tres décadas, el ruedo de la Plaza de Toros de Pamplona se transforma en una carpa que alberga más de cincuenta puestos que ofrecen una variada gama de productos ideales para preparar los regalos de estas fechas. La feria fue inaugurada el día de San Saturnino, y estará abierta hasta la llegada de los Reyes Magos el seis de enero. 

Un punto de encuentro tradicional para locales y visitantes, es una visita casi obligada en esta época del año, donde años tras año los comercios y artesanos se reúnen para ofrecer sus productos. Por lo tanto, la gran mayoría de los puestos son ya conocidos por los visitantes habituales. En esta feria se puede encontrar ropa de abrigo, juguetes, piedras y cristales, jabones y cremas naturales, bisutería y joyas, instrumentos musicales, objetos de decoración y diferentes opciones de comida tanto dulces como salados, como encurtidos y embutidos, entre otros. 

“Soy el que ha fundado esta feria”, dice entre risas Miguel Ángel Romero, comerciante del puesto de joyería Azahar. Conquense de nacimiento y vecino de Peñíscola desde hace treinta años, reparte su año entre el mercadillo hippy de su lugar de residencia en verano, la apicultura en primavera y las ferias navideñas en invierno. En su puesto tiene una gran variedad de opciones, tanto para mujer como para hombre, de plata y acero. Los anillos, collares, gargantillas, pendientes y pulseras, no dejan hueco libre en su expositor ni en los corchos que cuelga de las paredes. “Esta feria siempre ha tenido muy buena aceptación. No nos quejamos de la afluencia del público”, cuenta Romero. De toda la oferta con la que cuenta, explica que “lo que más vendo son artículos de chica”. 

Viene de familia de comerciantes, tanto su madre como su padre tenían puestos. Por eso, Belén Martino lleva viniendo a esta feria desde los nueve años, ahora detrás del comercio de sacos térmicos y jabones naturales que regentaba su madre. Toda una vida dedicada al sector ha hecho que tenga una clientela muy estable, que año tras año le visita en la Feria de Navidad para comprarle los productos que más les gustan. “Vendo todo”, cuenta Martino, aunque las velas y jabones naturales y los sacos térmicos son sus productos estrella.

Estos últimos pueden utilizarse tanto en frío como en caliente, y sirven para aliviar todo tipo de dolores, como musculares o articulares. Además, este mismo producto se puede encontrar en versión peluche, pensado para los más pequeños de la casa. Estos están rellenos de cereales tratados y lavanda, para ayudarles a dormir mejor. Son ideales para calmar los cólicos lactantes, molestias estomacales o simplemente calentar la cuna o cama. 

Los primeros días tras la apertura son los días que más afluencia tiene la feria. Esto se debe a que “hay mucha gente de fuera”, explica Belén Martino. Aun así, esto no se refleja en muchas ventas, porque la gente suele aprovechar los primeros días para mirar y barajar opciones y más tarde, volver para comprar.

Como es de Pamplona, a Camino le llaman desde hace tres años para que atienda en el stand de cerámica cordobesa y rallado de cocina. Sin embargo, la feria la conoce de cerca, porque durante ocho años estuvo en el tradicional puesto de piedras y minerales naturales. “Lo veo muy tranquilo, otros años venía más gente”, dice Camino sobre la afluencia de público de estos primeros días de feria. Cree que el auge del comercio online es una de las razones de esta situación. En este espacio se puede encontrar una gran variedad de morteros, aceiteros, cuencos, ralladores, azucareros y bandejas para los cubiertos de madera artesanales, todos decorados con mimo y al detalle con colores alegres.

En el puesto dedicado a las herramientas de cocina de madera, llamado Artesanía en Olivo, te atiende Wilfred Macancela, que lleva siete años detrás del expositor. De toda su oferta de utensilios para la casa, son los cubiertos y tablas los productos que más vende. Aunque también siente que los primeros días de este año han sido más flojos, en cuanto a asistentes, “en los últimos años ha ido a más”, aclara.

Una de las pocas novedades de este año, y de las mas originales con la que cuenta la feria, es el espacio dedicado a las esferificaciones de bebidas con y sin alcohol. “La experiencia completa es que cojas la bolita con la mano, te la lleves a la boca, y entre el paladar y la lengua se explote”, explica la vendedora Swami Zuccala sobre los chupitos esferificados. Son aptos para veganos y celiacos, y cuentan con dos versiones: uno con más nivel de alcohol y más gourmet, y otro con menos graduación y con sabores más dulces. Entre estos segundos más suaves, de la marca Esfera, hay ocho sabores: ron añejo mango, vodka hibisco, gin tonic, piña colada (sin alcohol), ron coco, vermouth golden, gin melón y mojito sin alcohol.