El pasado mes de noviembre de 2025, el Ayuntamiento de Bidaurreta aprobó por unanimidad una moción en relación con el macroproyecto fotovoltaico previsto en el Sarbil que ha suscitado, desde su presentación pública el 31 de octubre, descontento entre la población del valle de Etxauri. Bidaurreta se posiciona de este modo en contra de esta iniciativa y deja claro que “la transición energética solo será legítima si se construye en base a los principios de visión sistemática, diálogo transformador, participación comunitaria real, regeneración ecológica y paisajística, transparencia y corresponsabilidad”.

En la moción se recogen los motivos por los que solicita “la paralización del macroproyecto fotovoltaico en Sarbil para posibilitar la creación de un espacio de diálogo transformador sin tensiones sociales, que permita la escucha profunda, la deliberación social, el análisis sistémico y la cocreación de soluciones con las personas y agentes implicados”, elementos que considera imprescindibles en cualquier proyecto que afecte de forma sustancial al territorio.

“Cualquier actuación o iniciativa que transforme de manera significativa nuestro paisaje, nuestro patrimonio natural y cultural, nuestros usos del suelo y la vida de nuestra comunidad requiere un análisis profundo”, afirma el Ayuntamiento, proponiendo no solo evaluar impactos técnicos y económicos, sino también su contribución o detrimento a la regeneración ambiental, social y psicosocial del valle.

Desde Bidaurreta dejan claro que el macroproyecto presenta “dudas significativas respecto a su encaje con este enfoque integral y regenerativo”, reconociendo la necesidad de avanzar hacia un modelo energético descarbonizado y renovable, pero entendiendo asimismo que “no todas las soluciones renovables son automáticamente sostenibles y/o ecológicas”.

Rechaza también la lógica del “más de lo mismo o del mal menor” y otros ingredientes que engloba este proyecto: “Concentración, extractivismo y explotación, búsqueda de altas rentabilidades económicas, impacto ecosistémico y escasa o nula participación social”.

Preocupación sobre las consecuencias del proyecto

Por otro lado, el Ayuntamiento plantea su preocupación sobre las consecuencias que ha traído este proyecto: “Ha generado sorpresa entre amplios sectores de la población y entre los ayuntamientos del valle, ha creado un clima de tensión y malestar y está alimentando un escenario propicio para la polarización, dificultando un análisis sereno y un diálogo constructivo y alejándonos de un contexto tranquilo y colaborativo que permita valorar conjuntamente las alternativas y co-crear propuestas ajustadas a las necesidades y expectativas de la comunidad”.

Por todo ello, el Ayuntamiento de Bidaurreta propone abrir espacios donde cambiar la forma de pensar, de relacionarnos y de actuar, subrayando el papel “clave” de los municipios a la hora de “orientar los proyectos hacia modelos que realmente contribuyan al bien común y al equilibrio ecológico” trabajando de forma cooperativa y “desde una postura de defensa del territorio, la comunidad y los principios de un modelo regenerativo”.