huarte - Francisco Espinosa es una víctima de “la triple alianza”, compuesta por EH Bildu, Geroa Bai y GIH en su afán por prevaricar y dilapidar el dinero de los demás. Van a por él por sacar a la luz la verdad. Por eso grita mucho todo el rato, convierte los plenos en un circo y falta al respeto a sus 12 compañeros de Corporación. Por eso puede empujar con violencia y por la espalda al edil de Geroa Bai Josean Beloqui y montar un cirio que obligue a intervenir a los alguaciles.

También por eso, porque él es la víctima, el representante de Cambiando Huarte puede decir que está muy arrepentido, que asume las consecuencias de sus actos y que lo siente de corazón... y horas más tarde referirse a las noticias que se hacen eco de su agresión con un “en fin, ladran, luego cabalgamos”. Y por eso este señor puede desoír la petición unánime de la Corporación, que ayer exigió su inmediata dimisión, retorcer a su antojo la realidad para presentarse como el agredido y montar un nuevo show. De vergüenza ajena.

A Espinosa, apoyado muchas veces en informes de Secretaría o Intervención, nunca le han faltado argumentos para la crítica política. La misma que ejercen con responsabilidad GIH y PPN en su lógico papel de oposición. Pero cuando mandan el berrido y la violencia, hasta el lunes solo verbal, lo que se dice ya da igual.

interés mediático Ayer Espinosa estaba encantado con el interés que había suscitado su agresión. Por fin los medios podrían trasladar a la ciudadanía las corruptelas del Ayuntamiento, aunque el orden del día tuviera un único punto (la moción de dimisión) porque los grupos consensuaron posponer cualquier debate dada la gravedad de los hechos. “Lo único importante aquí es cómo dilapida el dinero público esta gente”, se empeñaba el edil.

Para todos los demás, sin embargo, lo único importante era desalojar de su asiento a Espinosa tras “una intolerable agresión hacia un compañero, y teniendo en cuenta que no es una actuación aislada”, dijo Edorta Beltzunegi (EH Bildu). “No entendemos que todavía no haya presentado su acta de renuncia después de reconocer los hechos”. “A partir de este momento no reconocemos a Fran Espinosa como interlocutor válido. Para EH Bildu este concejal queda inhabilitado políticamente”. aseguró. Y destacó que “Cambiando Huarte es un agente que cuenta con el apoyo de parte de la ciudadanía y con legitimidad para desarrollar su actividad política y municipal, y será con otras u otros interlocutores con los que tenderemos puentes”.

“dimita aquí y ahora” El portavoz del GIH Iñaki Crespo concretó que “a pesar de ser conscientes de la tensión que se vivía en las comisiones, en ningún caso pensábamos ser testigos de cómo un concejal, un vecino de nuestro municipio, agrede a otro concejal, otro vecino de Huarte, y además en el Ayuntamiento”. “No podemos entender cómo alguien que se dice progresista, que vino al Ayuntamiento a cambiar algo, que nos hablaba de una nueva forma de hacer política, aún no haya presentado su dimisión. Señor Espinosa, va usted con más de 48 horas de retraso”. “Dimita aquí y ahora”. Dijo además que “aceptar que usted seguirá ejerciendo el cargo como si nada hubiera ocurrido es aceptar que la violencia gana, y eso GIH nunca lo hará”, y le dio un palo al alcalde por “una dejación clamorosa de sus funciones en este caso que nos ha traído hasta aquí. Esto ya se veía venir”.

Por último Idoia de Carlos (Geroa Bai), en ausencia del compañero Josean Beloqui -ayer también faltó la edil del PPN Patricia de Pedro-, recordó a Espinosa que “llevamos meses exigiendo que ponga fin a la deriva intolerante, autoritaria y agresiva a la que nos ha sometido a todos y todas, sin distinción”, y recalcó que “la ciudadanía no se merece que les represente quien utiliza los gritos, las amenazas y la violencia para defender sus ideas. La ciudadanía no se merece que un agresor esté ni un minuto más en este Ayuntamiento”.

“me da igual lo que digáis” Espinosa escuchó las críticas como quien oye llover. Y no se bajó del carro. Sentado o en pie, repartiendo informes de intervención a diestro y siniestro, explicó que “me debo a mi gente, que me han dicho que ni se me ocurra dimitir”. Y siguió a lo suyo. “El que me agredió a mí fue el señor Josean Beloqui”. También reconoció que “me da igual lo que digáis. Es cierto que soy un agresor muy malo. Lo único que queréis hacer es una cortina de humo porque va a estallar lo de Areacea -sociedad pública en proceso de disolución que gestiona, entre otros, el Palacio del Hielo y el Spa Sport-, y vais a ir todos a los tribunales”, dijo.

De Carlos le invitó entonces a denunciar toda esa corrupción que dice ver a su alrededor, “cosa que no has hecho y sí ha hecho Josean Beloqui, que acudió a la Policía Foral para denunciar tu agresión”, y le acusó de hacer del pleno “un plató de Sálvame”. “De eso se trata”, respondió Espinosa, “de lanzar mensajes que lleguen a la gente”. Y ante la insistencia sobre si pensaba dimitir fue tajante: “La respuesta es no”.