burlada - El Ayuntamiento de Burlada sacó ayer adelante sus presupuestos (proyecto consolidado con los dos patronatos de Cultura y Deportes) por valor de 17.609.238,39 euros, con los votos en contra de UPN, PSN e I-E y el apoyo del equipo de Gobierno, Cambiando Burlada y EH Bildu. Las partidas más potentes en el capítulo de inversiones corresponden al el edificio de termitas para derribo y concurso de ideas del nuevo edificio en Joaquín Azcárate (400.000 euros entre el presupuesto y el remanente de 2018), reformas y rehabilitación en el edificio San Juan 5 (499.000) o un plan de asfaltado en diversos tramos (195.710,09). También se aprobaron 22.000 más 38.000 euros () para el equipamiento en zonas caninas -acudió al pleno en señal de protesta un colectivo que demanda el traslado de la zona de esparcimiento canino de la calle Bizkarmendi “por el derecho al descanso”- y 45.000 euros para obras menores en los colegios Ermitaberri e Hilarion Eslava.

La inversión más importante de este año es sin duda la correspondiente al Polideportivo Elizgibela, para cuya reforma, ampliación y mejora se destinarán 2.020.408,57 euros (1,3 millones en presupuesto 2019 y el resto en 2020). El pleno votó la adjudicación y contrato de los trabajos de las instalaciones, que correrá a cargo de Construcciones y Excavaciones Erri Berri S.L., punto que salió adelante con 13 votos a favor y la abstención del PSN e I-E. El plazo de obras es de 14 meses.

En cuanto a las cuentas, el debate en este punto respondió más bien a un balance de legislatura que el propio alcalde, Txema Noval (Cambiando Burlada) calificó de “positivo”, ya que ha brindado a su equipo la posibilidad de “aprender qué es gestionar y liderar, y creo que hemos aprobado”, señaló. Agradeció además la labor del personal técnico municipal, algo en lo que coincidió con la concejala Berta Arizkun, que desde EH Bildu valoró que un equipo de gobierno “con diferentes sensibilidades políticas ha sabido trabajar en equipo y con responsabilidad para que Burlada tenga sus presupuestos”. Aseguró que las cuentas, que son fruto “de mucho trabajo”, responden al mismo espíritu y filosofía de los últimos tres años, “ajustadas a las necesidades reales del Ayuntamiento”. Se han creado partidas en torno a la diversidad cultural y la memoria histórica, y se ha fomentado la participación ciudadana o el apoyo al comercio local, entre otros.

Modelo de gestión La nota discordante en torno a los presupuestos corrió a cargo del modelo de gestión. Los regionalistas criticaron que, en las cuentas, “el 61,5 % responde a gastos de personal. Estamos aprobando un presupuesto que a medio plazo va a hacer inviable este Ayuntamiento. O cambiamos la deriva o se acabará el dinero de las licencias y vamos a tener un problema”, señaló Juan Carlos González (UPN) aduciendo a esta gestión una de las razones por las que no mostraron su apoyo. Tal y como después respondieron tanto Noval como Arizkun (EH Bildu), reducir el gasto de personal “significa privatizar los servicios, empeorando las condiciones laborales para los trabajadores y mermando su calidad”, lo que en última instancia pasa por el modelo de gestión “pública y decidida” por el que apuestan tanto EH Bildu como Cambiando Burlada frente a la gestión “más privatizada que defiende UPN”. El edil de I-E, Alfredo Mazariegos, criticó que los presupuestos son “en un 95%” similares a los del año pasado y se quejó de la incapacidad para trasladar enmiendas y aportaciones. Desde el PSN Sergio Barasoain se mostró en contra de las cuentas “porque dan cobertura a los gastos que genera el gaztetxe”, indicó que no comparten que “suba la contribución sin que se den más servicios” y que no ven que se crea en las inversiones, algo que desde UPN también criticaron “porque son todas las que no se han hecho en años anteriores”.