burlada - Colectivos del pueblo, un quinteto de metales, dos acordeones, teclado, bajo, percusión, oboe, dos cantantes... y el ingrediente principal: alrededor de 60 txistularis de todas las edades. Burlatako Txistulariak despliega esta tarde todo un arsenal en el escenario del parque municipal (20.00 horas) en el primer día de fiestas de la localidad. La efeméride bien vale el barullo musical: cumplen medio siglo de vida dando la nota. Y han rescatado para la ocasión a más de 20 músicos de los inicios de la banda, cuando el txistu era un perfecto desconocido en las calles de Burlada y los vecinos, al paso de las dianas, cerraban las persianas de golpe y tiraban pesetas y agua en señal de protesta. Hoy Burlada forma txistularis. Hay nivel, tradición, cantera y ganas de celebrar por lo menos 50 años más.

El alsasuarra Joaquín Campión, presente esta tarde, es el principal culpable de que Burlada suene a txistu. En 1968 se instaló en el pueblo “y se dio cuenta de que la gente se iba a bailar el txistu y las dantzas a Pamplona. Y se dijo, ‘¿por qué no empezamos a hacer algo aquí?’”, cuenta Elena Aguilera, con más de 40 de sus 50 años de vida pegada a un txistu. Dicho y hecho. Campión habló con el cura del pueblo, le puso en contacto con José Mª Martínez, “y empezaron los dos a enredar”, recuerda Patxi Esparza, que se apuntó poco después: “José Mari me dijo un día: ‘¿Por qué no te pones con el txistu?’ ¿Y qué es eso? Aquí no había noción, no era oído”. Esparza sumó a dos amigos a la causa y el txistu empezó a coger impulso. Eran los primeros años de la década de los 70, en los que “no sé por qué motivo, pero no había txistularis por la cuenca. Nada, cero. Y nos llamaban de Atarrabia o de Huarte para que fuéramos”.

el impulso definitivo Mediados los años 70, esta cuadrilla “habló con el alcalde de Burlada y le propusieron comenzar con una especie de academia de música. Y el alcalde les dijo: ‘Si queréis, buzonear y si conseguís gente, ya hablaremos’”, cuenta Aguilera. Buzonearon 4.000 boletines, y para sorpresa de todo el mundo, se apuntaron 78 chavales y chavalas, casi todos de 8 años. “No pensaba nadie que se apuntaría tanta gente. Y ahí empezamos”, explica Esparza, que comenzó a dar clases con Campión. “Como era tanta gente, después también nos ayudaron Nunci Ros, Elena Aguilera y Elena Ciaurriz. Ya hicimos cosas, ya...”, rememora Esparza. Fue el impulso definitivo.

Ahora Burlatako Txistulariak “tenemos presencia en el pueblo y estamos al servicio de los colectivos de Burlada. Estamos en el patronato de cultura y participamos en las preparaciones de las fiestas. Tenemos actuaciones fijas en fiestas del solsticio de verano y en las de ahora, y tocamos en Santa Águeda, en la cabalgata, Olentzero...”, relata Aguilera. También participan en el Burlatan Kantuz y están allí donde se les requiere, por ejemplo, si la peña Euskal Herria o la escuela Ermitaberri celebran actos.

“Para mí es una alegría que haya un grupo de txistularis tan bueno en Burlada. Estoy encantado y quiero darles las gracias a todos. Eskerrik asko denori!”, finaliza Esparza. “Hemos recuperado repertorio. Empieza desde el txistu puro y duro, txistu con acordeón, txistu con metales, con voz... Y vamos a reflejar en el repertorio nuestra evolución”, explica por su parte Elena Aguilera. Evolución a golpe de txistu, hoy a las 20.00 horas en el parque municipal. Suena bien.