Barañáin - Hace siete meses que el Auditorio de Barañáin no programa nada. Butacas vacías y un escenario sin vida dejan atrás las habituales largas colas a sus puertas en días en los que los aparcamientos cercanos cotizaban al alza. Su gestión, a través de una Fundación integrada únicamente por cargos políticos, ha quedado prácticamente agotada y afronta ahora sus últimos coletazos tras una larga deriva económica. La junta del Patronato debatirá mañana su futuro.

Un informe planteado por la presidencia de la Fundación, a cargo de Navarra Suma, concluye que conforme a la legislación vigente y a sus propios estatutos es "recomendable" extinguir la Fundación Auditorio de Barañáin y que el Ayuntamiento pase a realizar la gestión del servicio y las labores que venía desarrollando el patronato tras su disolución, "dada la situación económica y los problemas de gestión señalados repetidamente por Comptos".

En líneas generales, los grupos que conforman la junta votarán mañana la municipalización del servicio, una cuestión en la que coinciden y con la que se muestran de acuerdo, pero critican "las formas y la falta de información" y se preguntan, en bloque, por el futuro de los cinco trabajadores -dos de ellos en excedencia- que conforman la plantilla. En sus mejores tiempos llegaron a ser hasta diez empleados.

Y es que este ambicioso complejo artístico que se inauguró en 2003 -el proyecto data de 1987- fue en sus inicios la única gran infraestructura escénica referente en la comarca y en su entorno más cercano junto al teatro Gayarre. Alzada su estuctura, el esqueleto, se mantuvo cerrado y vacío de puertas para adentro durante 8 años, paralizados los trabajos principales a falta de financiación complementaria.

Aunque tardío, arrancó, funcionó y consiguió conquistar todas las artes hasta que la estela de los últimos tiempos ha conseguido mermar considerablemente su actividad. Ahora, gigantes como Baluarte y Navarra Arena hacen más cruda una competencia que pasa por afrontar el reparto de un pastel en el que parece haberse quedado lejos de pegar mordisco.

De nada han servido los 550.000 euros que inyectó el Ayuntamiento el pasado curso para lanzar un balón de oxígeno -uno de tantos, que han llegado también por parte del Gobierno foral- después de que, ya en 2017, un informe de Comptos apuntara "constantes tensiones y debilidades de control interno en tesorería e irregularidades en contratos o facturación". El espacio, definía entonces el interventor, podía convertirse "en un saco sin fondo", y la realidad es que lleva desde el pasado mes de junio sin un solo evento en la programación.

paralizado La corporación municipal decidió al terminar la pasada legislatura, por unanimidad, paralizar el funcionamiento del Auditorio, que durante estos últimos meses se utilizaba únicamente como espacio en alquiler. Según ha podido conocer este periódico, se ha planteado también en diferentes reuniones la necesidad de elaborar un proceso de análisis y decisión sobre el futuro de las instalaciones. Se presentó entonces el citado informe, que llega desde el equipo de Gobierno "encargado de manera exclusiva, unilateral y ajena al Ayuntamiento, del que no tenemos ni siquiera el expediente de contratación", denuncian desde la oposición. Todos los grupos apuestan por esa municipalización del servicio pero reprochan la manera en que se está llevando a cabo este proceso por parte de Navarra Suma y de la presidencia del patronato, a cargo de Pablo Arcelus.

Desde EH Bildu critican que el informe "no recoge ningún tipo de escenario futuro, si no que se limita a plantear que hay que llevar a cabo la municipalización y despedir a los trabajadores, sin contemplar una posible subrogación ni la viabilidad económica en este sentido". Valora la concejala y exalcaldesa Oihaneder Indakoetxea que es un paso "precipitado y sin garantías", y apuesta por crear una mesa de trabajo a tres bandas, entre el Consistorio, el Gobierno de Navarra y el patronato, para abordar este tipo de cuestiones antes de dar el paso.

Flor González, de Geroa Bai, se muestra partidaria de la municipalización, aunque cree que "la única manera de que se salven esos puestos de trabajo es que el Auditorio siga siendo una fundación pero se alquile a terceros para salvaguardar los puestos de trabajo". Txuma Huarte (Podemos, expresidente de la Fundación), aboga también "y desde hace años" porque el Consistorio asuma el servicio, "pero hay que hacerlo con seriedad, rigor y responsabilidad. No sabemos qué sucede con los trabajadores, ni el plan de viabilidad, ni de qué forma se llevaría a cabo y todas esas cuestiones han de ponerse sobre la mesa. Queremos la subrogación de los trabajadores, es responsabilidad nuestra. Hay que dar una solución cuanto antes pero hace falta serenidad", valora.

También el PSN prefiere municipalizar el servicio, "aunque luego ya veremos cómo se realiza la gestión", explica el concejal Roberto Andión. "Se estaba creando un agujero económico; hay que pensar en los vecinos y mantenerlo abierto aunque es necesario disolver la Fundación tal y como estaba funcionando".

El informe esgrime que es necesario despedir a los trabajadores, indemnizarlos y crear las plazas precisas en la plantilla orgánica "para mantener el servicio dado por la Fundación". Si la votación de mañana prospera, la extinción del patronato debe ser aprobada por el Pleno del Ayuntamiento, que pasaría a ser titular de todos los bienes y derechos de la entidad en ese momento.

al detalle

El informe. La junta votará mañana la municipalización del servicio después de que un informe encargado por el la presidencia del patronato (Navarra Suma) recomendara extinguir la Fundación y que el Consistorio pase a realizar la gestión del servicio "dada la situación económica y los problemas de gestión señalados repetidamente por Comptos".