El departamento de Educación del Gobierno de Navarra sacó hace unas semanas a licitación la contratación del proyecto de obras en el Instituto de Sarriguren, trabajos que se desarrollarán este 2021 que está al caer y que se llevarán a cabo en la segunda planta del edifico para su ampliación. El coste de las obras será de 1.354.865,62 euros, no podrán durar más de siete meses y responden también a una necesidades creciente, ya que el centro -que abrió sus puertas en septiembre de 2019- duplicará el número de aulas ordinarias, pasando de las 12 actuales a un total de 24. Además, en el programa de ampliación figuran los despachos, laboratorios, departamentos, aseos y circulaciones hasta completar un total de 1.509 m2 construidos.

El Ayuntamiento del Valle de Egüés es conocedor de todas estas necesidades y también de un problema: la parcela donde está actualmente construido el instituto y la prevista para la ampliación están separadas por un tramo peatonal de la Calle Urederra. El pleno aprobó ayer una moción de I-E que pedía ceder al Gobierno de Navarra ese tramo -entre la Calle Ibia y la calle Elizmendi- para su integración en el proyecto del instituto, además de instar al Gobierno de Navarra a modificar el PSIS de Sarriguren “a la mayor brevedad posible” para que se haga efectivo y que la futura nueva edificación se realice “ampliando el edificio actual, una vez la parcela sea única”.

Desde I-E reclamaron como “imprescindible” la unión de los dos edificios “por operatividad del centro. Un solo edificio es más funcional en relación al uso de zonas comunes, facilita la organización de espacios, tiempos y actividades curriculares y supone ahorro energético y de gastos de funcionamiento del centro”, señaló la concejala Leyre Azcona. Todos los grupos sí coincidieron en la necesidad de esa modificación del PSIS, para “aligerar las obras” y responder a esas necesidades “cuanto antes”, tal y como señalaron desde Geroa Bai. Desde EH Bildu no quieren “un macroinstituto sin orden” y demandaron “organizarlo” y desde el PSN se mostraron de acuerdo en consolidar las dos parcelas aunque mostraron dudas sobre si hacer un único edificio o no, además de sugerir que se les incluya en la mesa de licitación. Hubo cruce de reproches por parte de Navarra Suma, que criticó la “falta de comunicación con el departamento”, que les llamó a una reunión el pasado 19 de noviembre “y después se canceló”.