Es como el día de la marmota, porque todo parece repetirse una y otra vez. Aunque no siempre con el mismo resultado: el intento de Enrique Maya hace unos meses por evitar la actuación en Pamplona de Pirritx, Porrots y Marimotots -los payasos vetados hasta la saciedad por Navarra Suma- se quedó en agua de borrajas después de que el Tribunal Administrativo de Navarra declarara nula su suspensión. Tenían programada una actividad para noviembre de 2019 en Baluarte.

También intentaron censurarlos en Estella poco después y ahora, para la del próximo 28 de abril en la Casa de Cultura de Burlada, desde la agrupación no pueden hacerlo -no les queda otra- aunque continúan mostrando su rechazo a unos personajes marcados “por su connivencia con la causa proetarra”, justifican las derechas. Pero se han quedado solas en su negativa frente al resto de agrupaciones políticas que, además de respaldar la actuación de los payasos, coinciden en que hay que respetar, también, el ocio de los más pequeños. Sobre todo si es en euskera y las opciones, por desgracia, son demasiado escasas.

La agrupación de Navarra Suma en Burlada ha mandado este miércoles por la mañana una nota haciendo público su rechazo a la actuación del trío en el municipio después de que fuera aprobada por la junta del Patronato de Cultura y Fiestas, en la que están representados todos los grupos municipales -EH Bildu, Geroa Bai, PSN, Podemos y Cambiando Burlada- además de colectivos y asociaciones locales. Todos ellos dieron su voto a favor de la actividad, que contó únicamente con el rechazo del tripartito de derechas en una entidad que preside la alcaldesa, Ana Góngora (Navarra Suma).

Apuntan que la propuesta de contratación “procede del propio grupo de payasos” y que su intención “es ampliar la oferta de actividades en euskera pero no podemos respaldar la contratación con fondos públicos de unos payasos cuya trayectoria está marcada por su connivencia con la causa proetarra y que entre sus integrantes hay personas que no condenan el terrorismo”.

Unanimidad

En el resto de grupos la opinión es prácticamente unánime, y desde EH Bildu recuerdan que el año pasado “sucedió lo mismo. No quieren que vengan a raíz de lo que pasó en Pamplona, porque llevan viniendo desde hace muchísimos años, incluso estando UPN en la alcaldía”. La junta, explica Berta Arizkun, “tiene claro que no hay razones para no contratarles. Han venido siempre, ¿por qué no van a venir ahora? Es uno de los actos esperados en Burlada para el que se suelen agotar las entradas. En esta situación en la que los críos tienen pocas cosas que hacer, si encima les quitas algo que están esperando durante todo el año...”.

Gorka Reta (PSN) asume que es una propuesta de la junta “y creemos que tanto esta como cualquier otra actuación cultural no debe politizarse. No tiene nada que ver que actúen unos payasos con la vida política del municipio, por eso pensamos que tenía que salir adelante, como se ha venido haciendo hasta ahora”.

También Iñigo Uharte (Geroa Bai), por su parte, explica que “es la postura de Navarra Suma y la voluntad de todos y de todas contra la suya. El resto, todos los grupos municipales y todos los colectivos, estuvimos de acuerdo en traerles. Son ellos contra absolutamente todo el mundo”, señala, respetando la libertad de opinión. “En euskera no es que el abanico de actuaciones sea muy amplio, tiene mucho éxito entre los críos y a mi me parece estupendo que vengan. Hay que aprovechar las posibilidades que ofrece esta lengua para que los chavales y chavalas la puedan utilizar fuera del ámbito escolar”.

Desde Podemos la concejala Lourdes Lozada considera la postura de Navarra Suma como “un ataque al euskera”, un comportamiento que “va a más” en el municipio. “No es justo que en una localidad en la que un porcentaje de vecinos y vecinas hablan euskera el equipo de Gobierno no tenga sentido común para fomentar las actividades en esta lengua. Es vergonzoso que se ataque una lengua que se debería acercar más a la ciudadanía”.