Se criaron entre caballos. Rodeados de animales, sumergidos en ese vínculo tan especial, aunque los dos terminaron viajando lejos. Y puede que se olvidaran de lo que se siente durante un tiempo, solo un poquito porque años después han querido regresar a su tierra para estar rodeados de todo aquello que echaban de menos. Los hermanos Zalacáin, naturales del barrio de Iturrama, siempre han sido muy viajeros. Miguel, farmacéutico, cooperante internacional en Grecia o Kenia y entrenador de baloncesto de 34 años, se marchó a Inglaterra y se instaló en Cambridge. Iba para poco y se quedó nueve años. Y Javier, el pequeño (de 28), estudió Veterinaria en Galicia. Después se fue a jugar al fútbol profesional a Italia pero como no le convencía, porque siempre le han gustado más los animales que los balones, se fue a probar suerte a Inglaterra. “Quería especializarme en caballos, siempre me han gustado mucho”, confiesa. Estuvo también en Francia y en Marruecos hasta que decidió echar raíces. Volver a su tierra y crear su marca, una nueva clínica, que apunta maneras porque las propuestas de futuro tienen un punto de innovación.

Javier regresó a Pamplona en enero de 2019 con una idea en la cabeza y en julio de ese mismo año subió la persiana del Centro Veterinario Zalavet, un proyecto que no deja de crecer y en el que desde septiembre de 2020 participa también su hermano colaborando en la digitalización del negocio y en la reciente apertura del portal de comercio online zalavet.com. Crearán, a futuro, una escuela de Auxiliar de Veterinaria en el mismo local. “La idea es que arriba podamos impartir los cursos y las clases, en el propio local, y abajo esté la consulta en la que yo trabajo y puedo enseñar de manera práctica a los estudiantes”, relata. Toda una novedad.

Dice que estaba buscando trabajo como veterinario cuando vio el anuncio de traspaso, “como una señal. Siempre había querido ser autónomo, montar algo por mi cuenta. Y me encanta estar en Burlada”, explica el veterinario, que tiene en casa perro, gato y dos hurones. Los caballos, confiesa su hermano, los tiene su tío en Tafalla, que es de donde son sus padres, colaboradores activos del proyecto: Jesús como manitas (el mostrador de la clínica lo hizo él) y Nunila, siempre dispuesta a ayudar a sus hijos con cualquier cosa. “Burlada es un pueblo con mucha vida, la gente se ha volcado y ha respondido muy bien. Ayudar a través de la educación sería la guinda”, asume Miguel.

Piensos online

Lo del comercio online se les ocurrió en plena pandemia, “con los confinamientos y la falta de servicios en pueblos pequeños de Navarra tener nuestra propia tienda virtual nos iba a permitir ofrecer calidad y buen precio, y que a la gente le llegue el pedido directamente a casa es clave”, relatan. Fueron forjando el proyecto a dos manos, Javier desde Pamplona y Miguel desde Inglaterra, y “después de muchas noches interminables para elegir los productos, hacer el estudio de mercado, pelearnos con los comerciales, negociar precios y decidir el nombre…”, ya casi lo tienen.

Contentos e ilusionados, confiesan que lo que nació como un proyecto “que iba a ser algo más familiar, para amigos y conocidos y demás, se ha convertido en algo con gran potencial, que abarca más”, con la idea de convertirse en un referente en el sector. De promover el negocio de barrio, de trato cercano, de servicio. Y con ese toque de innovación y enseñanza. “Queremos mejorar la calidad de vida de las mascotas, ayudar a nuestros clientes más leales y crear oportunidades de trabajo en el pueblo”, señalan.