En este invierno tropical Lekunberri se sumergió en la magia del carnaval, una fiesta que en esta localidad se vive a lo grande. Y es que les gusta tanto meterse en la piel de otros personajes que no pueden esperar y lo celebran una semana antes. Así, pueden disfrutar por partida doble, en casa y el sábado siguiente en otras localidades cercanas como Irurtzun o Tolosa.

Lo cierto es que las calles de Lekunberri se llenaron ayer de humor y color. Además, Belardiko Ruiztar Agathe presentó su nueva colección primavera-verano, con modelos llenos de corazones, rayas, estrellas y lunares en un derroche de imaginación. También ofrecieron una coreografía, la ganadora del concurso celebrado al mediodía. Una cuadrilla de gitanos se animó tanto que una de las mujeres del clan rompió aguas y dio a luz allí mismo. Afortunadamente, tanto la madre como la criatura se encuentran en perfecto estado. Eran los de Tirapitxon Kamaron, una familia con mucha arte que no perdía la ocasión para cantar y bailar. Eran gitanos de los de antes, con la cabra Margarita. Cerca de los Kamaron había una cuadrilla de atracadores de La casa de papel, inconfundibles y anónimos con sus monos rojos y su careta de Dalí. No en vano, el cine y la TV siempre son una buena fuente de inspiración. Otro grupo eligió Coco, película de animación inspirada en el Día de Muertes de México, con Miguel Rivera y su particular familia. En esta marea humana también había intrépidos piratas, vaqueros y bailarinas, maniquíes que habían pasado las pruebas de Euro NCAP, personajes del carnaval de Venecia, misses escapadas de un concurso, tortugas ninjas y otros muchos variopintos personajes, algunos inclasificables.

Al anochecer, las celebraciones miraron al pasado, con los zanpantzarrak y muñecos mitológicos de Orritz de Irurtzun, que encabezaron otra kalejira. Después fue la quema de Aittezarko, personaje tomado del carnaval de Arruitz que personifica los aspectos negativos y que es condenado a la hoguera en un ritual de purificación.