Para hacer frente a los días calurosos la mejor opción siempre es un buen chapuzón y el embalse de Alloz es un destino ideal para ello. El pasado domingo se vivió uno de los días con más afluencia de visitantes en el pequeño pueblo de Lerate, el más próximo a las aguas del embalse.

“No solo fue este domingo, muchos domingos se repite la misma escena de llenar todas las campas”, comentó Raquel Gallubo, una de las encargadas esta temporada del control de acceso al parking de Lerate. Este parking, propiedad del Ayuntamiento de Villanueva de Yerri, es el más cotizado en días como el domingo pasado. Con capacidad para 500-600 vehículos este emplazamiento consta de un parking como tal y de dos parcelas auxiliares que sirven para albergar a más coches en días con mucha afluencia. “Cuando ocurre esto solemos estar más personas controlando los accesos y que los coches respeten el sitio y no ocupen más de lo normal para que entren más”, añadió Gallubo. Estos controladores, además de dar el paso a vehículos, también les hacen entrega de bolsas de basura para que al final del día recojan: “Se suele respetar pero después de un fin de semana como el pasado encuentras mucha basura. No hay demasiada conciencia sobre el medio ambiente”. Y son precisamente estos controladores, tal y como comenta Raquel Gallubo, los que hacen batidas para recoger la basura de las orillas: “Limpiamos y recogemos basura de las orillas a la mañana o a última hora de la tarde. Tenemos doce contenedores en el parking pero la gente no usa todos”.

El tema de las basuras es uno de los más conflictivos en lo concerniente a la llegada de visitantes. El camping Aritzaleku, situado en Lerate y junto a la orilla del embalse, intenta disminuir lo máximo esta problemática. “Los medios están puestos, que los utilicen o no ya no es cosa nuestra pero lo que sí hacemos es limpiar la zona sobre todo para la imagen del camping y sus clientes”, expresó Gonzalo Aristu, gerente y socio del camping. Este camping , que lleva abierto 20 años, acoge en el mes de marzo las semanas azules de escuelas e ikastolas de Navarra y les ofrecen pensión completa, alojamiento y actividades.

Las actividades las realizan en conjunto con la Escuela Navarra de Vela, que comienza su temporada en marzo y la finalizan en septiembre, donde se practica la vela, el wind surf, el paddle surf, la vela y donde se preparan el equipamiento para regatas. Cuando en los días calurosos las personas ocupan las orillas a esta escuela no les repercute y siguen adelante con su trabajo. “La gente que viene a pasar el día al embalse tiene todo su derecho a hacerlo y no nos interrumpen en nuestras actividades. De hecho, para que eso no ocurra nosotros en sábado y domingo no ofrecemos cursillos. Sí que hacemos alquileres y paseos en barcos, cosas sueltas”, comentó Ángel Luis González, instructor de la Escuela Navarra de Vela.

aparcar Además de la basura, para los negocios de la zona, en concreto para el camping Aritzaleku, el asunto de los coches también les ocasiona ciertos problemas. “Se masifica mucho, desde que habilitaron la bahía de Lerate la gente viene mucho más aquí que al otro lado, a Ugar, donde también hay un parking pero es más desconocido. Tenemos algo de problema con el asunto de los coches, pero nos conocemos todas las trampas así que evitamos que nuestros clientes sean molestados ”, añadió Gonzalo Aristu quien opina que esta zona del embalse ya está demasiado saturada y que habría que expandirse hacia otros lugares. Para su negocio, al cual son las personas de la Comunidad Autónoma Vasca los que más deciden acudir para hacer acampada, el hecho de que durante los fines de semana, sobre todo, se aglomere la zona no repercute más que en el hecho de las basuras y del poco respeto con el aparcamiento en su zona.

Para otros negocios los días de calor son una mina para explotar. Es el caso de Helados Mendoza y su furgoneta ambulante. Luis Mendoza, uno de los socios de la empresa, habló al respecto: “Aprovechamos los días de más calor para vender helados y en días como el del domingo donde el calor y la gran afluencia de gente llenaron el embalse se puede llegar a vender un total de 200 helados aproximadamente”.