La tradición del Jueves de Lardero sigue viva en localidades como Lezaun y Eulate. Una costumbre ancestral, en la que los niños salían a pedir por las casas, que fue muy habitual en muchas de las localidades de Tierra Estella donde se fue perdiendo conforme la población descendió en las décadas de los 70 y la concentración escolar derivó la enseñanza hacia Estella -Lizarra.

Ayer, la costumbre se repitió en Lezaun, donde una treintena de niños y niñas (algunos venidos desde Abarzuza) pidieron por las casas: “huevos, chocolate, chorizo o dinero”. Este será el último año en que los niños de Lezaun cojan fiesta en su escuela local ya que a partir de abril abandonarán sus clases para formar parte del colegio de Abárzuza. Entre las actividades gastronómicas también recibieron unas clases de zumba.

Con todo, para los padres de los niños de la localidad la idea es “volver a Lezaun” el año que viene a celebrarlo y que sus hijos pidan por las casas con la canción: “la mujer de esta casa será buena mujer, que nos dé un poco de tocino fresco, que tenga un buen pellejo, que tenga un buen cocer, que los chicos de la escuela lo hemos de comer. ¡Pin! ¡Pan! ¡Fuego!”.

Eulate Otra de las citas fijas del Jueves de Lardero está en Eulate (Amescoa) donde este año se juntaron 21 niños contando también a sus vecinos de Aranarache. Todos juntos salieron a pedir por las casas. La fiesta se alargó durante todo el día ya que comieron y cenaron en el Albergue de Eulate. En este Jueves de Lardero llaman Katxis a los que se disfrazan y cuenta con personajes fijos como el Obispo (Aitor Martínez), los Pajes (Unax Martínez y Eneko Padura), la Reina (Enara Padura) y las doncellas (Maider Martínez e Irati Ruiz de Eguino).