- Dos cohetes simbólicos sonaron en el cielo de Estella-Lizarra a las doce del mediodía como celebración de sus fiestas pequeñas. Desde la explanada de la basílica de la Virgen del Puy, apenas unos viandantes que se habían acercado hasta el templo y los diez representantes que la quinta del 1992 había elegido para encender el cohete. Un acto que habitualmente se dispara desde la plaza de la Coronación. Junto a ellos custodiando que el momento fuera un simple acto simbólico, se encontraba el jefe de la Policía Municipal, Patxi Martínez de Goñi "tengo que decir que los quintos y quintas lo han hecho muy bien" comentó.

Y es que las fiestas pequeñas de Estella-Lizarra que oficialmente fueron suspendidas por el Ayuntamiento hace dos semanas, registraron ayer una pequeña actividad simbólica que empezó tras el cohete y que recorrió posteriormente el centro de la ciudad desde la hora del vermú que se pudo practicar con todas la medidas de precaución.

La actividad principal se registró en las comidas donde varias cuadrillas habían reservado menús para celebrar el comienzo de las fiestas pequeñas o como las definieron algunos "las no fiestas". De esta manera se reunieron de manera separada (a dos metros) en varias de las terrazas abiertas, sobre todo en la Plaza de los Fueros y en alguna "de lo Viejo". La consigna asimilada por todos los participantes fue la de mantener las distancias. "De vez en cuando nos ha dicho la camarera que mantengamos los dos metros de separación" comentó una de las participantes en el encuentro de la plaza de los Fueros. Separación que se respetó por la tarde. Martínez de Goñi aseguró que "si mantienen estos hábitos dentro de esta nueva normalidad, lo estarán haciendo perfecto". Una felicitación que también apoyó ayer por la tarde el alcalde, Koldo Leoz, "los jóvenes han demostrado una madurez y responsabilidad a la altura de las circunstancias. Llegarán más días de fiestas en lo que podrán disfrutar más y mejor".