La suspensión oficial de las fiestas pequeñas de Estella-Lizarra hizo que ayer en su día grande no hubiera actos reseñables. No así la actividad en la basílica del Puy, donde se celebraron diez misas a lo largo de la jornada. El templo acogió como siempre la imagen de la virgen que estos días había estado acompañada en su interior de las figuras -ya retiradas- de Santiago y San Andrés. Una presencia que levantó críticas de algunos feligreses que consideraban que la Virgen del Puy debería estar sola en el centro del altar mayor de la basílica que lleva su nombre. “Así ha sido siempre y así lo ideó también el arquitecto Víctor Eusa cuando construyó el edificio. Estamos contentos de que vuelva a estar como toda la vida”.