- Ayer hizo cincuenta años desde que Lizarra Ikastola abriera sus puertas a la enseñanza en euskera en Estella-Lizarra. Medio siglo que hubiera coincidido con la no celebración del Nafarroa Oinez de 2020 que, finalmente, se retrasó hasta el 2021 a consecuencia de la pandemia de la covid-19. Con todo, la idea para festejar su aniversario este año es “ir dosificando la celebración”, aseguró ayer el director del centro, Josu Sueskun. “Se trata de que podamos aportar en este aniversario, pero también que podamos recibir”.

De momento ayer los alumnos celebraron el 50 cumpleaños, con canciones los más pequeños y deseando sus mejores deseos los mayores. Una celebración sin grandes alardes como corresponde “a los tiempos difíciles que estamos viviendo”. Con todo, desde el centro no quieren que esta ocasión pase sin aprovecharla. “Durante este mes de octubre esperan recibir fotos de todo tipo, comentó Sueskun. “Queremos que todos quienes han estado relacionados con Lizarra Ikastola, de una manera u otra, nos manden una foto”. “Si es histórica perfecto, pero también nos gustaría que nos dedicaran una foto allá donde les apetezca, da igual la cumbre de los Pirineos o de Montejurra o donde quiera que se encuentren”. En este sentido, las personas interesadas en participar en la celebración pueden enviar sus fotografías, selfies o montajes al correo electrónico 50urte@lizarraikastola.com. La idea es exponer todo el material tanto en las redes sociales como buscar un lugar donde poder dar a conocer todas las fotografías y mensajes “que nos hayan llegado”.

Desde Lizarra Ikastola aseguraron que será noviembre el mes que servirá de punto de inflexión para hacer que la celebración de este año “pase a ser la del próximo 2021”. “Porque los Nafarroa Oinez en Estella-Lizarra siempre han supuesto un reto y eso lo saben muy bien las cientos de personas que han ido colaborando en todas las ediciones que se han celebrado aquí”, aseguró Sueskun.

Con todo, la idea desde Lizarra Ikastola es que, a pesar de todo, a la gente se le quede un buen recuerdo: “Vivir esta dura experiencia en positivo”.

El paso de los años no he cambiado la filosofía del centro que ha acogido a cerca de 2.300 alumnos, “esta es una cooperativa de padres que siempre ha buscado un modelo de escuela propio basado en el individuo, y que ha apostado porque las personas sepan vivir en valores como la convivencia y que también mantengan un espíritu crítico”, comentó Sueskun, quien reconoció que la situación del curso con la pandemia “crea tensión en los aspectos pedagógicos; pero estamos adaptando nuestra filosofía también a este formato que nos ha tocado vivir”.