Baku Barrikupel es un proyecto llevado a cabo por Amaia y Jesús Prieto, padre e hija. Son vecinos de Zábal, un pequeño pueblo de Tierra Estella.

El 8 de septiembre hará un año desde que el proyecto se oficializó, y meses más tarde, en abril, abrieron la página web terminada. Comenzaron buscando ideas por Internet, e intentando conseguir los medios para realizarlas.

Amaia Prieto se ha graduado recientemente en la Escuela Superior de Diseño de La Rioja. Su padre Jesús es carpintero y tuvo un negocio en la ciudad del Ega durante doce años, momento en el que empezó a idear cómo trabajar con barricas de vino.

El taller está situado en la planta baja de su habitáculo, que antes era el que Jesús Prieto utilizaba para trabajar. La hija se encarga del diseño, haciendo prototipos en 3D en el ordenador. Si pueden encajar, le pasa las medidas de las piezas a Jesús.

Como ambos, y especialmetne Jesús Prieto, veía que mucho material de carpintería era desechado, empezaron a ver posibilidades de su reutilización.

Las bases de Baku son el diseño y el reciclaje, además de la artesanía. Forma parte del mercado que se hace llamar de ecodiseño. Donde más impacto tienen éste tipo de decorados es en la zona de viñedos de EE.UU.

Con este proyecto y sus visitas quieren enseñar la utilidad que tienen los materiales rutinarios. Su finalidad es "que la gente se fije en que las cosas pueden hacerse de varias maneras".

Como ha dicho la diseñadora Amaia Prieto, es algo que no te enseñan en los centros educativos: "Normalmente al estudiar te enseñan que necesitas unos materiales para hacer lo que has diseñado. En este caso hemos querido darle la vuelta. Tenemos unos materiales, y la pregunta es qué podemos hacer con ellos".

Durante el último año, además de formalizar el proyecto, han modificado su taller para que sea funcional. También han cambiado el chip; ahora van pensando en cómo reutilizar los materiales que les llegan.

El proceso de carpintería es sencillo: principalmente cortar las duelas y los diferentes materiales necesarios para después lijarlos. Respetan en todo momento el color rojizo que el vino ha dejado en las barricas, además de sus sales, que consiguen un tacto único.

Tal y como ha indicado el carpintero, "lo más bonito de la lámpara te lo da el material". Ellos buscan que sus creaciones tengan una larga vida.

Están trabajando en cajas de transporte que sean adecuadas y multifuncionales, de manera que el comprador pueda reutilizarla también. Las cajas de transporte generaban gastos y las lámparas no iban seguras.

En venta

Actualmente tienen 17 piezas o productos en venta. Los precios oscilan desde los 80-90€ la más barata, hasta 327 euros la de más valor. Están divididos en tres familias o grupos: Osoak, Polonia y Gazte.

Cada artículo tiene su nombre propio. La primera familia contiene denominaciones dependiendo de la forma de la lámpara. La segunda hace referencia al Erasmus de su diseñadora, que estuvo en Cracovia. Finalmente, la última engloba más a la movilidad.

De todas formas, como ha dicho Amaia Prieto, "la mayoría de ellas tienen entre tres y ocho vidas o posiciones de colocación".

Visitas guiadas

El fin de semana del 15 de agosto comenzaron a hacer visitas guiadas al público interesado en el taller y en ver el trabajo interno del proyecto.

Todavía no tienen horas fijadas, porque como ellos dicen, "las hacemos en casa. No tenemos que ir al taller y prepararlo para las visitas, no es necesario".

Para acudir, se debe llamar al número que aparece en la página web de www.barrikupel.com, y decidir qué tipo de visita desean hacer: visita normal o simple, 3€; visita con un obsequio de recuerdo realizado por el propio Jesús Prieto, 5€; y visita con obsequio y almuerzo con comida de la zona, 10€. Niños gratis salvo en la última modalidad, que se pagaría la mitad.