Muy pocos pudieron evitar ayer las lágrimas durante el chupinazo más emocionante de las fiestas patronales de San Martín de Unx. Minutos antes del cohete, el Ayuntamiento homenajeó y puso el pañuelo rojo a todos los voluntarios y voluntarias que defendieron su pueblo ante el fuego que sacudió a la localidad hace poco más de un mes, y los txikis del municipio nacidos durante los tres últimos años recibieron también su esperado pañuelico.

Los voluntarios salen al balcón a lanzar el cohete de las fiestas.

Tras ello, llegó la sorpresa para Javier Leoz, alcalde del municipio, a quien se le entregó de parte de sus vecinos y vecinas un cuadro con una palabras para recordar la labor que realizó durante aquellos días. “Hay quien ocupa los puestos nada más por figurar, pero tú nos demostraste que lo ocupas por algo más. No se extingue fácilmente el temple de nuestra raza. Hiciste saltar la chispa para hacer reaccionar a todos los habitantes para defender el pueblo, que se podía quemar”, decía el texto con el que el alcalde no pudo contener la emoción.

Los voluntarios y voluntarias homenajeados ayer antes del chupinazo de fiestas de San Martín de Unx.

El arranque de la fiestas supuso, en palabras de Leoz, “un carrusel de emociones” para todos los habitantes del San Martín de Unx. “Hemos pasado momentos muy críticos y duros y ahora nos vienen esos recuerdos y esas emociones. Llevamos dos años sin fiestas y hay muchas ganas pero el fuego ha sido un episodio que todavía nos tiene muy marcados, aunque es un momento de alegría y lo disfrutaremos”, aseguró Leoz, que hizo hincapié en el orgullo que siente por su pueblo, que se volcó al máximo estando en una situación “tan dura y límite”.

Richard Valencia, alguacil de San Martín, fue de los más emocionados del acto y confesó que aunque ha sido un mes duro, es hora de que el municipio disfrute. “A mí me está costando mucho y estos momentos son muy emocionantes. El incendio nos ha unido mucho y se ha visto quién está cuando tiene que estar”, dijo Valencia.

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El chupinazo de fiestas de San Martín de Unx

Chupinazo colaborativo

Como no podía ser de otra manera, el chupinazo estuvo a cargo de Esteban Ayerra, uno de los vecinos que trabajó sin parar para extinguir las llamas y que representó a todos los voluntarios y voluntarias que aportaron su ayuda. “Estoy muy emocionado por tirar el cohete y de que me hayan elegido a mí por los trabajamos que hicimos en junio. Estoy orgulloso de representar a todos los que hicieron por el fuego todo lo que pudieron”, aseguró Ayerra, uno de los socio de las Bodegas Ayerra de San Martín.

“El fuego nos tocó muy pronto y tuvimos que sujetar el fuego frente a la bodega. Cuando terminamos ahí nos fuimos ayudar al resto de bodegas, casas, corrales y en todo el que lo necesitaba”, explica el vecino, que añadió que el fuego generó una gran unión en pueblo. Sobre el cohete, “da igual para donde lo tiremos que ya está todo quemado y hay poco que pueda arder”, bromeó Ayerra.

Cruz Janices y Cristian Valencia fueron dos de los muchos jóvenes homenajeados que también ayudaron en el fuego. “No podíamos hacer mucho, pero estuvimos sacando mangueras y llevando a los bomberos a los sitios. Fueron días muy complicados de gestionar, con muy pocas horas de sueño y pura impotencia porque pensábamos que se nos quemaba el pueblo”, contaron. Por ello, “ya tocaba después de tanto tiempo disfrutar porque el pueblo está con muchas ganas”, celebraron los vecinos de San Martín.

Tantas emociones no impidieron a los sanmartinejos poder disfrutar de sus fiestas patronales tras un parón de dos años. Ahora, les quedan por delante cinco días repletos de festejos e ilusión que tanto se merece San Martín de Unx.