Tonelero, el primer toro de la corrida del pasado sábado en Estella, cogió de manera dramática al sobresaliente Enrique Martínez al intentar refugiarse en un burladero durante el segundo tercio. El torero sufrió una cornada ascendente en el glúteo y fue trasladado a un centro hospitalario, lo que también ocurrió con el diestro Imanol Sánchez, que ha sufrió una cornada en el brazo izquierdo. Además, dos banderilleros tuvieron que ser atendidos en la enfermería por cogidas sin cornadas en una accidentada corrida.

Enrique Martínez resultó cogido por el primer toro. Unai Beroiz

El sobresaliente recibió una cornada de 30 centímetros Unai Beroiz

El toro retira el cuerno ensangrentado Unai Beroiz

Este sábado se lidiaban seis toros de Reta de Casta Navarra para Sánchez Vara e Imanol Sánchez, aragonés afincado en Tudela. Ambos toreros debutaban en Estella, pero las circunstancias quisieron que el primero tuviera que matar cuatro toros tras las cogidas de su compañero en el mano a mano y del sobresaliente, que en este tipo de corridas es el encargado de la lidia en caso de que el torero anunciado sufra un percance que le impida continuar.

El matador de toros Enrique Martínez continuaba este martes ingresado tras la fuerte cornada en el Hospital Universitario de Navarra en Pamplona, desde donde agradeció las muestras de cariño. El pitón le entró a la altura de su cadera derecha en sentido ascendente de unos 25 centímetros y le afectó a la masa muscular, parte del hígado y llegó hasta la cavidad torácica, donde le rompió dos costillas. Chapurra, no obstante, evoluciona favorablemente aunque de forma lenta.

CARTA DE EDUARDO DÁVILA MIURA PARA CHAPURRA

El matador de toros Eduardo Dávila Miura ha enviado a Mundotoro una carta para el diestro corneado en Estella que reproducimos de forma íntegra: 

‘Todos a lo largo de nuestra carrera profesional, tenemos referentes y ejemplos a seguir. Normalmente, suelen ser toreros de generaciones anteriores y, casi siempre, con el marchamo de figura. Pero este mundo del toro es tan apasionante y puro que te sorprende de forma que el mejor ejemplo, e incluso empuje, te puede llegar de donde menos te lo esperas. 

Durante el mes de mayo, intentando compaginar mi preparación para la corrida de Santander con mi colaboración en Toros, busqué la querencia de la Casa de Campo… Me encantaba la idea de conocer ese sitio emblemático en la preparación de tantos toreros. 

Con la ilusión de un novillero, me monté en el metro en la estación de Nuevos Ministerios con ropa de deporte, pero sin avíos de torear, camino de la parada de Batán sin saber que iba a recibir la gran lección que me hacía falta. 

Cuando pegaba una carrera y las lógicas dudas se me venían a la cabeza, me encontré con Enrique Martínez ‘El Chapurra’. A partir de ese momento, se convirtió en compañero de entrenamiento y, quizás, sin darse cuenta, me hizo valorar y disfrutar de verdad lo que estaba viviendo. 

Enrique, te quiero dar las gracias por lo que me enseñaste y me aportaste… Yo anunciado en Santander con dos figuras del toreo y dudando de si hacía lo conveniente… Y tú, con esa afición de entrenar todos los días y la ilusión de recibir esa llamada para hacer el paseíllo de sobresaliente. Esa auténtica vocación de torero hasta convertirla en forma de vida, alejado de las ferias y de la grandeza taurina. 

Enrique, recupérate pronto para volver a soñar cada día con el toreo. Te mando un abrazo muy fuerte y toda mi admiración.