La procesión de Estella-Lizarra es uno de los momentos más participativos de las fiestas. Está formada por decenas de colectivos, algunos muy vinculados al programa festivo. Así, arrancó con la Comparsa de Gigantes y Cabezudos que abrían paso a todo un séquito de dantzaris de los grupo Ibai Ega, Virgen del Puy y San Andrés y Larraiza. También estuvieron las rondallas Los Estellicas, María Inmaculada y Guilauband junto con varios músicos de gaita y los tambores y txistus del grupo Padre Hilario Olazarán.

El grupo Larraizar precede a gaiteros y la imagen novedosa de San Andrés.

Desde la salida hasta el regreso a las escaleras del templo de San Pedro de la Rúa, varios centenares de personas desfilaron en procesión danzando y cantando a los patrones la Virgen del Puy y San Andrés en una procesión que mezcla la fiesta y la religión a parte iguales. En ella participaron desde luego sacerdotes de Estella-Lizarra Juan Ruiz y Javier Resano además de varios fieles que llevan estandartes en honor a San Andrés, el Corazón de Jesús o San Isidro, pero también hay asociaciones como la del Camino de Santiago –con la presencia del socio número uno, Javier Rodríguez Zunzarren– acompañado del presidente Maxi Ruiz de Larramendi y de Charo San Martin. Pero también hubo otros colectivos como el de los agricultores o el de la nueva junta de la asociación de jubilados Ega, que llevan sus propios estandartes en la procesión.

Delante, Yolanda Urra y detrás, Rocío Lizarraga, que desde los 14 años vienen llevando a la virgen del Puy.

En los últimos años fue frecuente escuchar que hay carencia de portadores de los diferentes pasos religiosos, quizás por eso se pudo ver ayer durante varios tramos, cómo varios hombres portaban la imagen de la Virgen del Puy. Un paso en el que inicialmente y entre las 64 participantes, salieron Yolanda Urra y Rocío Lizarraga, que llevan sacando la figura desde los 14 años. En esta ocasión, la novedad fue que se sacara, además de las reliquias de San Andrés que ayer portaron algunos fijos como Jose Ángel Elizalde, Toño Echeverría o Josemaría San Martín, la figura del Santo que fue trasladada por los jóvenes Martín Alfaro, Ángel Aramendía, Hugo Higuera y Manuel Casado.

A la sombra y en las terrazas se pudo seguir la procesión sin las exigencias del calor.

La procesión atrajo a muchas gente a la calle, prueba de ello fueron los vecinos y vecinas que franquearon el paso de la comitiva a su paso por el Azucarero, la calle Mayor, la plaza de los Fueros y la Calle la Estrella. Pero es en la calle del Puy donde se sabe que va a pasar algo especial. Ayer fue primero Jose Luis Albeniz quien cantó una jota con dedicatoria a los fallecidos Ramón Soravilla y Miguel Ángel Pérez-Cambra. Poco después lo hicieron un poco más abajo, Aitana Yerro, M.ª Juaristi y Verónica Rubiera.

La imagen de la virgen recorre la calle del Puy donde le cantaron dos jotas.

Por su parte y como cierre tras las Banda de Música –que muestra una capacidad de estar en todos los saraos de las fiestas–, el cierre de la procesión estuvo compuesto por casi todos los miembros de la Corporación municipal arropados por maceros y timbaleros y el jefe de la Policía Municipal. Este año no faltó la representación de la charanga Malababa de la peña San Andrés que puso más música a esta fiesta religiosa que en Estella-Lizarra adquiere un especial significado festivo muy popular y muy querido.

Una señora precede la procesión en la calle Mayor con el abanico.

La procesión dio lugar a momentos de intimidad como este.

La procesión dio lugar a momentos de intimidad como este. Iñaki Porto