Las dianas a cargo de la txaranga Aburrecalles alertaron a los vecinos de que ayer no era una jornada cualquiera, si no que por fin había llegado el día grande de las fiestas. Pasadas las doce, y con el repicar de campanas, tuvo lugar la misa; allí no faltó ni el coro ni, como novedad, el vals a cargo de la comparsa de gigantes y de los gaiteros.

Los vecinos de Cárcar, durante la procesión del día grande.

Tras casi una hora de eucaristía los carcareses fueron abandonando el templo para acompañar a la Santa Cruz por las estrechas calles del casco antiguo de la localidad.

Los gigantes abrieron la comitiva y después apareció la imagen de la Santa Cruz así como el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, natural de Cárcar. Además, allí estuvo la corporación municipal encabezada por Mª Teresa Insausti, la consejera de Cultura, Rebeca Esnaola, los parlamentarios Carlos Mena y Nuria Medina, Yolanda Ibáñez (UPN), así como alcaldes y ediles de municipios como San Adrián y Sesma, entre otros.

El carcarés Jesús Mendoza a la guitarra, acompañado al acordeón por Mikel Roncal, se encargó de interpretar la jota La exaltación de la Cruz antes de que la procesión regresara a la iglesia. Después ambos, junto con sus compañeras de Alegría Ribera, Claudia Ullate, Amaia Irigoyen y Cristina Díaz, ofrecieron un concierto.

Los mayores

Este martes, además, tuvo lugar el Día de Nuestros Mayores, una jornada en la que los representantes fueron Francisco y Romana y en la que, tras la misa amenizada por los auroros, tuvo lugar la imposición de pañuelos. Los protagonistas comieron en el Hotel Villa de Cárcar cuya sobremesa estuvo amenizada por Marta Peruga Trío.

Vuelta a la normalidad

Con las fiestas ya encarriladas, la alcaldesa de la localidad, Mª Teresa Insausti, aseguraba que volver a celebrar estos días “es una gran ilusión”. Con un presupuesto de 90.000 euros que prevén sobrepasar, explicaba que el programa mantiene los ejes principales con encierros, verbenas y almuerzos, comidas y cenas en la calle. Como novedad, destacaba, organizaron una trashumancia en la Juventud y el día antes del chupinazo hubo un partido de pelota en el frontón.

“La gente de Cárcar siempre responde muy, muy bien en fiestas”, concluía Insausti que espera que esta recta final se desarrolle sin incidentes, “que todo el mundo se divierta, se entretenga y que disfruten, pero con respeto”.